Mar 27/10/2009
En el Stad Amsterdam arriamos velas en un viaje inolvidable y compartimos un cocktail al atardecer
Junto a un grupo de periodistas y gente de empresas locales, Sesa Select, auspiciante de ¡Hay Equipo!, nos invitó a la increíble experiencia de seguir los pasos de Charles Darwin, el científico inglés que recorriera el mundo en 1831 en un barco muy similar al moderno clipper Stad Ámsterdam, que en sus ocho meses de travesía lleva a bordo periodistas y científicos de todo el mundo. Todos quedamos maravillados con la tecnología, la belleza del barco y la sensación de paz que se respira a bordo. Nuestro viaje duró unas horas, pero aprendimos a arriar las enormes velas con ayuda de los 25 jóvenes tripulantes, que comparten tareas a bordo sin distinción de sexos. Nos contaron que el barco cruza el Atlántico en 15 días, en compañía de delfines y albatros y sorteando algunas tormentas. El cocinero de a bordo les hornea pan a diario para que estén en óptimas condiciones durante sus turnos de doce horas, cuatro de las cuales son nocturnas. En el barco se consumen unos 17 m3 de agua dulce diarios, pero todo está bajo control gracias a su máquina desalinizadora de agua de mar. Cuando llegó el atardecer nos reunimos para un cocktail a bordo del clipper, con exquisiteces variadas, buena compañía y buena música, en una despedida del Stad Ámsterdam.
- Junto a un grupo de periodistas y gente de empresas locales, Sesa Select, auspiciante de ¡Hay Equipo!, nos invitó a la increíble experiencia de seguir los pasos de Charles Darwin, el científico inglés que recorriera el mundo en 1831 en un barco muy similar al moderno clipper Stad Ámsterdam, que en sus ocho meses de travesía lleva a bordo periodistas y científicos de todo el mundo. Todos quedamos maravillados con la tecnología, la belleza del barco y la sensación de paz que se respira a bordo. Nuestro viaje duró unas horas, pero aprendimos a arriar las enormes velas con ayuda de los 25 jóvenes tripulantes, que comparten tareas a bordo sin distinción de sexos. Nos contaron que el barco cruza el Atlántico en 15 días, en compañía de delfines y albatros y sorteando algunas tormentas. El cocinero de a bordo les hornea pan a diario para que estén en óptimas condiciones durante sus turnos de doce horas, cuatro de las cuales son nocturnas. En el barco se consumen unos 17 m3 de agua dulce diarios, pero todo está bajo control gracias a su máquina desalinizadora de agua de mar. Cuando llegó el atardecer nos reunimos para un cocktail a bordo del clipper, con exquisiteces variadas, buena compañía y buena música, en una despedida del Stad Ámsterdam.