Las ferreterías tienen una vuelta de tuerca (el negocio de tener más tiempo para arreglar la casa)
Sin actividades deportivas ni espectáculos artísticos para asistir, sin la posibilidad de pasear de un lado a otro y mucho menos viajar, el coronavirus ha puesto a todos a mirar cada rincón de la casa de otro modo, con ganas –y fundamentalmente tiempo– de hacerle algún arreglo postergado, sumarle una estantería a la biblioteca o bien reparar un desperfecto eléctrico o sanitario. De alguna manera el negocio de las ferreterías parecería tener una oportunidad única de enfrentar la crisis. Sin embargo, según Francisco Gasparri, gerente general de Kroser, si bien la gente está buscando cosas para construir, reformar o pintar, “el parate en el mostrador es enorme”.
Sin actividades deportivas ni espectáculos artísticos para asistir, sin la posibilidad de pasear de un lado a otro y mucho menos viajar, el coronavirus ha puesto a todos a mirar cada rincón de la casa de otro modo, con ganas –y fundamentalmente tiempo– de hacerle algún arreglo postergado, sumarle una estantería a la biblioteca o bien reparar un desperfecto eléctrico o sanitario. De alguna manera el negocio de las ferreterías parecería tener una oportunidad única de enfrentar la crisis. Sin embargo, según Francisco Gasparri, gerente general de Kroser, si bien la gente está buscando cosas para construir, reformar o pintar, “el parate en el mostrador es enorme”.