Socialab, la spin off de TECHO, se viene con todo y reúne capital semilla por US$ 35 mil para arrancar
La operación de Socialab comienza en Chile a fines del 2005, como un área de innovación social para ayudar en la tercera etapa (vivienda definitiva) de la organización TECHO. Pero en 2007 se crea un Centro de Innovaciones con el fin de impactar en las familias más allá de la vivienda. Maximiliano Pérez director regional de Socialab lo define como una iniciativa que promueve y desarrolla emprendimientos “que tengan un impacto social, desde la sustentabilidad económica, social y/o medioambiental”. Desde el 2011 se crea una institución separada de TECHO y se comienza a implementar en Argentina, Colombia y Uruguay. Este año, una de las metas es expandirse a Brasil o México, y pisar el acelerador en Uruguay donde durante el primer semestre se planea hacer el primer concurso de innovación social, que posiblemente esté asociado a la educación y a mejorar los canales de educación y algunas prácticas o cómo generar impacto social a través del desarrollo tecnológico como en Argentina. Están en plena “faena” para conseguir los US$ 35 mil de capital semilla que necesitan para arrancar, de los cuales U$ 15 mil se destinan al ganador para incubarlo durante un año y medio o dos.
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La operación de Socialab comienza en Chile a fines del 2005, como un área de innovación social para ayudar en la tercera etapa (vivienda definitiva) de la organización TECHO. Pero en 2007 se crea un Centro de Innovaciones con el fin de impactar en las familias más allá de la vivienda. Maximiliano Pérez director regional de Socialab lo define como una iniciativa que promueve y desarrolla emprendimientos “que tengan un impacto social, desde la sustentabilidad económica, social y/o medioambiental”. Desde el 2011 se crea una institución separada de TECHO y se comienza a implementar en Argentina, Colombia y Uruguay. Este año, una de las metas es expandirse a Brasil o México, y pisar el acelerador en Uruguay donde durante el primer semestre se planea hacer el primer concurso de innovación social, que posiblemente esté asociado a la educación y a mejorar los canales de educación y algunas prácticas o cómo generar impacto social a través del desarrollo tecnológico como en Argentina. Están en plena “faena” para conseguir los US$ 35 mil de capital semilla que necesitan para arrancar, de los cuales U$ 15 mil se destinan al ganador para incubarlo durante un año y medio o dos.
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