Mar 09/06/2009
¿Te acordás cuando era buen negocio tener un reparto de cigarrillos?
Hace unos años, tener un reparto de cigarrillos era muy buen negocio, pero la política antitabaco de este gobierno está desestimulando a los fumadores y por ende, el negocio. Además de las prohibiciones y de las restricciones publicitarias ahora le tocó el turno a los impuestos. El Imesi (Impuesto Específico Interno) a los cigarrillos aumentó en los últimos días un 25% lo que ubicó el precio promedio de una caja de cigarrillos con 20 unidades a 55 pesos (aproximadamente US$ 2,30) en promedio, lo que representa un aumento de 10 pesos por paquete. Obviamente hablamos de los cigarrillos “legales” y no lo de contrabando que no aportan un peso a la DGI. Haciendo una cuenta rápida y tomando un volumen de ventas cercano a las 160 millones de cajillas que es lo que se vendió en 2008, luego de este impuestazo, la venta de cigarrillos generará 1.600 millones de pesos (US$ 68 millones) adicionales que deberían ir a rentas generales para paliar los gastos sanitarios que provoca el cigarrillo y no para solventar otros gastos. Mientras los contrabandistas se afilan los dientes para proveer a los adictos.
- Hace unos años, tener un reparto de cigarrillos era muy buen negocio, pero la política antitabaco de este gobierno está desestimulando a los fumadores y por ende, el negocio. Además de las prohibiciones y de las restricciones publicitarias ahora le tocó el turno a los impuestos. El Imesi (Impuesto Específico Interno) a los cigarrillos aumentó en los últimos días un 25% lo que ubicó el precio promedio de una caja de cigarrillos con 20 unidades a 55 pesos (aproximadamente US$ 2,30) en promedio, lo que representa un aumento de 10 pesos por paquete. Obviamente hablamos de los cigarrillos “legales” y no lo de contrabando que no aportan un peso a la DGI. Haciendo una cuenta rápida y tomando un volumen de ventas cercano a las 160 millones de cajillas que es lo que se vendió en 2008, luego de este impuestazo, la venta de cigarrillos generará 1.600 millones de pesos (US$ 68 millones) adicionales que deberían ir a rentas generales para paliar los gastos sanitarios que provoca el cigarrillo y no para solventar otros gastos. Mientras los contrabandistas se afilan los dientes para proveer a los adictos.