Lo que empezó como una empresa familiar en Australia hoy tiene un lugar ganado en el agro uruguayo y proyecta su expansión en la región. Hablamos con Matías Albanell, managing director de Clipex en Uruguay, quien desde 2018 impulsa una forma más eficiente y práctica de trabajar en el campo, pensada para el productor.
“La historia es bastante particular”, arrancó Albanell, y así lo es. Clipex llegó a Uruguay casi por casualidad. Tras conocerse con Ashley Olsson, fundador de la compañía, Albanell y Alejandro Carle (quien sería su socio local) se embarcaron en traer la marca al país. En enero de 2018 abrieron oficialmente las puertas de la filial uruguaya. Desde entonces, no pararon de crecer.
Clipex fue pionera en reemplazar el tradicional alambrado de madera por una solución metálica mucho más eficiente. “El sistema incluye un clip en el poste que elimina la necesidad de atar el alambre a mano. Se ahorra tiempo, se mejora la seguridad y bajan los costos”, explicó Albanell.
Pero lo más disruptivo vino después: el concepto de que estas instalaciones no son fijas, sino capital móvil. “Hoy, el productor puede desinstalar un alambrado, trasladarlo y volverlo a montar, o incluso venderlo. Eso cambia totalmente la lógica, sobre todo para quienes arriendan campo”, sostuvo.
Aunque el costo de materiales es más alto que los sistemas tradicionales, el ahorro en instalación y mantenimiento lo convierte en una inversión inteligente. “Un alambrado eléctrico típico puede costar menos de un dólar por metro. Y tiene una vida útil mucho mayor”, agregó.
No obstante, desde el segundo año, ampliaron su oferta con bretes ganaderos (estructuras diseñadas para manejar animales de forma más segura), y luego sumaron mangas completas. “Los bretes permiten trabajar más cómodo y seguro, incomodando menos al animal. Eso reduce el estrés, mejora el flujo de trabajo y baja el riesgo de lesiones, tanto para el ganado como para el operario”, detalló.
“Reducir los hematomas que pueden surgir en el manejo implica menos descartes en frigorífico. Al final del día, es mayor ingreso por el mismo animal”, afirmó Albanell.
Clipex desarrolla entre uno y dos productos nuevos por año, con foco en soluciones aplicadas al trabajo diario en el campo. La empresa trabaja en mejoras continuas a partir de la experiencia del usuario y de instancias de intercambio directo con los productores. “Muchas de las adaptaciones surgen a partir del uso en condiciones reales y del diálogo en ferias o visitas a establecimientos”, señaló.
Uruguay fue elegido como primera sede de expansión internacional (junto con Irlanda) por su estabilidad institucional y clima de negocios. “El crecimiento ha sido sólido, acompañando la evolución del agro local. El mercado todavía tiene mucho potencial”, apuntó.
Pero el plan va más allá. Clipex ya está presente en Argentina a través de un distribuidor y evalúa oportunidades en Brasil. “Buscar socios que compartan nuestros valores y visión de largo plazo. No estamos tan enfocados en el resultado económico como en la confianza y la calidad del servicio”, concluyó el director.
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