Sergio Marchionne, CEO de Fiat, es uno de los ejecutivos de mayor peso en el contexto de la industria automotriz mundial. Y sus dichos no pasan desapercibidos. Frontal y aguerrido, Marchionne ha manifestado su descontento por Alfa Romeo, que no termina de recuperar el esplendor que supo tener en el pasado. Junto con la otra legendaria del grupo –Lancia- parece no haber encontrado su camino en el mercado actual, globalizado, basado en los costos, vertiginoso, híper competitivo.
Debemos reconocer que con el MiTo (que probamos) y el Giulietta (sucesor del 147), la situación ha comenzado a mejorar, y la marca está creciendo, aunque lejos de lo que preveían –y soñaban- sus directivos.
Por otro lado, Ferdinand Piëch, Ingeniero y nieto de Ferdinand Porsche. Con una larga trayectoria en la industria automotriz, más relacionada a la competición, pasó por Porsche, Audi, Volskwagen y otras empresas del grupo, siendo actualmente miembro del Consejo asesor de la marca alemana, aunque sus dichos resuenan como si fuera la cabeza del grupo. Piëch tuvo mucho que ver en el ambicioso plan de expansión de Volkswagen, que anexó importantes marcas como Lamborghini, Bugatti y Bentley (Rolls Royce se le escapó por muy poco).
Siendo ambos, pesos pesados en el mundo del automóvil, un cruce entre ellos se amplifica como si estuvieran en Woodstock.
Todo comenzó cuando Piëch manifestó el interés del grupo VW por Alfa Romeo, expresando que los magros resultados económicos de la casa del trébol podrían revertirse rápidamente bajo el management alemán.
La respuesta de Marchionne no se hizo esperar. “Volkswagen debería preocuparse por Seat, que ya es de ellos y sus ventas dejan mucho que desear”.
Palabras más, palabras menos, el italiano asestó un duro golpe a la mandíbula del austríaco.
Pero la cosa no terminó allí. El hombre de VW replicó: “no tenemos apuro, podemos esperar dos años para tomar Alfa y hacerla crecer”, lo que provocó un “VW nunca tendrá Alfa Romeo mientras yo esté en el grupo”, por parte de Marchionne.
Lo cierto es que el tema no está claro. Se sabe que el interés mayor de Volkswagen es por Ferrari y que, aunque Marchionne se muestre absolutamente seguro de no vender Alfa Romeo, se sospecha que la familia Agnelli pueda no estar tan convencida, y por allí se entendería la insistencia del grupo alemán.
Por lo pronto, VW compró Itadesign (Giugiaro), casa de diseño muy vinculada al grupo Fiat. ¿Cómo terminará la novela?
Personalmente creo que bajo el ala del grupo alemán, Alfa Romeo sería más rentable, aunque para los italianos (y otros fanáticos), que una de sus marcas insignia pase a manos teutonas sería un golpe al corazón, y podría traccionar negativamente la demanda.
Final abierto para esta historia.
Volkswagen y Fiat se sacan chispas por Alfa Romeo
(Por José Manuel Ortega ) Las máximas autoridades de Volkswagen y Fiat muestran su artillería verbal por el caso Alfa Romeo. La alemana ha manifestado su interés por la centenaria marca italiana. Fiat, por ahora, no piensa venderla.