Cinco años atrás, en plena pandemia, Agustina Amorin se enfrentó a una necesidad personal: no podía consumir leche y tampoco encontraba opciones prácticas para desayunar fuera de casa. Fue entonces que, desde su cocina en Maldonado, comenzó a experimentar con café soluble, leche vegetal en polvo, bicarbonato, canela y vainilla. Sin saberlo, estaba dando los primeros pasos de lo que hoy es Ramona Warrior, la marca que creó el primer capuchino instantáneo vegano de Uruguay y la región.
Con una fórmula sin azúcar, sin transgénicos, sin gluten ni lácteos, el producto se convirtió en una solución innovadora y alineada con un estilo de vida saludable y consciente. “No tenía ninguna intención de tener una empresa, pero cuando empecé a vender por Instagram, los puntos de venta empezaron a escribirme, y ahí me di cuenta de que tenía algo entre manos”, recuerda Amorin en díalogo con InfoNegocios.
En 2021, formalizó la empresa y ganó varios apoyos públicos, como el Fondo Semilla de ANDE y ProDiseño, además de acceder a mentorías de OMEU, Mujeres Inversoras, SUMA y la Cámara de Industrias. Con esa base, dio un paso fundamental: dejó de producir en casa y comenzó a tercerizar la fabricación con la empresa L&G, del empresario Gerardo Sansone, quien la ayudó a estabilizar la fórmula y escalar la producción con estándares industriales. “Gracias a Gerardo, Ramona existe”, afirma Amorin. “Él creyó en el proyecto cuando yo no tenía ni idea de cómo hacer una planta ni qué era tercerizar”.
Desde su inicio hasta hoy, la emprendedora estima que ha invertido alrededor de 2 millones de pesos (unos 50.000 dólares al valor actual) para poner en marcha y consolidar la marca. Parte de esa inversión fue aprendizaje y parte también errores.
Hoy Ramona Warrior tiene capacidad para producir hasta un contenedor de 21 pies por mes, aunque actualmente trabajan con lotes más pequeños, como el último de 5.000 unidades para cubrir dos meses. El producto viene en cajas con cinco sobres que rinden hasta diez tazas, ya que muchos consumidores utilizan media porción. El método de preparación es simple: solo necesita agua hirviendo o fría (si se licúa), lo que lo convierte en un aliado para quienes trabajan, viajan o simplemente prefieren opciones rápidas pero naturales.
En modo expansión
Aunque la aceptación en Uruguay ha sido positiva, el alto costo de producción local y el tamaño del mercado llevaron a Amorin a mirar hacia el exterior. Participó en rondas de negocios en México, Manaos y Chile con apoyo de Uruguay XXI, y este año su producto fue distinguido con el sello de Marca País.
Hoy trabaja en abrir mercados en Argentina, Brasil y Chile, aunque no con un modelo de exportación tradicional. “Es muy difícil fidelizar una marca extranjera en otro mercado. En cambio, si una marca local elabora mi fórmula con su café y su estilo, ganamos todos”, explica, en referencia a la estrategia de marca blanca, que además permite reducir costos logísticos y huella de carbono. “No quiero romper para arreglar. Quiero romper lo menos posible”, dice sobre su enfoque ambiental.
Aunque el capuchino sigue siendo el producto estrella, Ramona Warrior ya tiene en desarrollo una nueva línea de bebidas instantáneas sin cafeína, a base de superalimentos como melena de león, matcha, remolacha, lavanda, cúrcuma o açai. También están prontos para relanzar helados y muffins veganos instantáneos. “Queremos ofrecer soluciones prácticas, saludables y sin ingredientes de origen animal, siempre con foco en la sustentabilidad”, resume.
Además, lanzarán un sistema de suscripción mensual con envíos sin costo a todo el país, buscando fidelizar clientes a través del canal directo. Las suscripciones podrán realizarse vía Instagram, WhatsApp o la web.
Un equipo, un propósito
Después de trabajar sola durante años, Agustina sumó recientemente a Alejandro Alpanda (administración y estrategia) y Adrián Barrán (ventas y logística) como socios. “Siempre preferí tener socios y no empleados, porque creo que los socios tiran parejo”, reflexiona.
El equipo también trabaja en ampliar el alcance local: buscan posicionarse como alternativa sustentable en hoteles, oficinas y servicios de catering. “Queremos que el producto esté disponible donde más se necesita, y además competir en precio con opciones como las cápsulas, pero con mucho menor impacto ambiental”, dice Amorin.
Detrás de cada paso, hay una convicción profunda: no crecer por crecer, sino hacerlo con sentido. “A mí no me importa tanto crecer como Ramona por crecer. Me importa que el producto llegue. Siento que es una solución, y quiero que esté disponible para quien la necesite”, concluye.
Ah, y el nombre… Ramona fue una tortuga que vivió con Agustina más de 20 años. A los perros les daba miedo, y ella la apodó “Ramona Warrior”. “Pensé que el nombre iba a durar dos meses… y ya van cinco años”, sonríe.
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Sergio Peteco :
MAS FELICITACIONES! ES UN ORGULLO COMO UCIUDADANO URUGUAYO...CONOCER ESTOS EMPRENDIMIENTOS..INICIATIVAS PRODUCTIVAS DE OTROS URUGUAYOS!! ES IMPORTANTE PATENTAR IDEAS!! PATENTAR FORMULAS QUIMICAS..Y MARCAS..PARA EXPORTAR MISMO DENTRO DEL PAIS Y MUCHO MAS AUN, FUERA DEL PAIS! OJALA (YO SOY CONSUMIDOR DEL CLASICO CAPUCHINO) SE VENDA ESTA NUEVA FORMULA VEGANA, EN LOS SUPERMERCADOS URUGUAYOS, PARA DELEITE NUESTRO!