La marca uruguaya de tablas para Stand Up Paddle sigue plantando banderas (o boyas) en el mercado latinoamericano y este año, concretamente en noviembre, llegará a aguas chilenas. Los productos son diseñados en Uruguay pero se fabrican en Asia y luego se importan al país. Según cuenta su fundador Carlos Pena, esta marca se diferencia de la competencia porque ofrece un producto de calidad Premium, al mismo precio que puede conseguirse en Estados Unidos.
“Ya tenemos la mercadería en camino y todo lo que es la línea de productos de rescate está pegando bien allá. Vendemos stand up paddle y también productos de rescate náutico.Eso también lo desarrollamos acá y en Chile encontramos un buen mercado”.
Pena apunta que la razón de que estos productos tengan buena recepción en el país trasandino tiene que ver con algo cultural. “Todo lo que es rescate se lo toman en serio: no solo en la playa, no es por un tema de oleaje, es por cómo ellos se toman el concepto de la seguridad, porque alguien igual se puede ahogar en un metro de agua sin olas. La gente se cuida más”.
Para llegar con tiendas físicas a Chile la empresa uruguaya se asoció con empresarios locales que, aunque prefirieron no aportar cifras, realizaron una inversión importante. “Empezamos teniendo toda la línea de productos, son artículos que arrancan en US$ 750 y son cerca de 20 modelos de tablas” además de los productos de rescate.
Uno de los locales de SwellBoards estará en La Serena y el otro en Santiago de Chile. Desde allí trabajarán con diversos canales para abarcar todo el mercado chileno: distribuidores, surf shops, escuelas de stand up paddle y el canal digital.
La oportunidad, según Pena, radica en que “no hay productos de calidad y a las marcas norteamericanas que se dedican a esto no les interesa Latinoamérica, que es donde nosotros estamos enfocados. Somos los únicos que damos 18 meses de garantía en los productos. Tener trato directo y un lugar donde golpear la puerta ante cualquier problema es un diferencial que ofrecemos”.
Con respecto a la logística, la idea de la firma es importar los productos directo a Chile, al igual que ya lo hace en otros países de la región. Al mismo tiempo, gracias a la posibilidad de usar depósitos fiscales, transformar a Uruguay en un hub que abastezca mercados cercanos cada vez que sea necesario.
De cara al futuro, Carlos cuenta que sueñan con tener otro punto de distribución en Panamá, pensando en el mercado de Centroamérica.