Llegó a Uruguay una nueva empresa certificadora (y quiere cambiar el orden establecido hasta ahora)

(Por Mathías Buela) Con operaciones en varios países y un modelo que apuesta por la agilidad y la digitalización, Ascend desembarca oficialmente en Uruguay con el objetivo de ampliar el acceso a certificaciones, especialmente entre las micro y pequeñas empresas. La firma busca posicionarse como una alternativa en un mercado en crecimiento pero con escasa oferta local.

Uruguay suma un nuevo jugador en el rubro de certificaciones con la llegada de Ascend, una firma que se presenta como alternativa en un mercado con pocas opciones locales y con crecientes exigencias internacionales. Aunque el lanzamiento oficial tuvo lugar el 29 de mayo en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, el equipo detrás de Ascend ya venía trabajando desde hace varios meses en su implementación regional.

La empresa cuenta actualmente con operaciones en Uruguay, Paraguay, Costa Rica, São Paulo (Brasil), Florida (EE.UU.) e Irlanda, y forma parte de la red Better World Certifications, impulsada por el grupo internacional BWC Holding. Desde su dirección ejecutiva, a cargo de Ignacio Guarnieri y Carolina Devoto, Ascend propone redefinir los estándares tradicionales del sector, con un enfoque centrado en uor accesibilidad para las empresas que necesitan exportar productos, especialmente en el sector de las pymes.

Según explicó Guarnieri en entrevista con InfoNegocios, Ascend busca que las certificaciones no sean un trámite administrativo, sino una herramienta real de mejora organizacional. El proceso de preparación puede demorar entre seis meses y un año, y el costo varía según el tipo de certificación, aunque Guarnieri asegura que “hay una percepción instalada de que certificarse es carísimo, pero hay certificaciones que pueden costar alrededor de 2.000 dólares al año; no estamos hablando de cifras imposibles, y menos si se consideran los beneficios fiscales y el acceso a mercados que pueden generar”. Uno de los objetivos clave de la firma es facilitar el acceso de micro y pequeñas empresas, que muchas veces perciben estos procesos como exclusivos de grandes corporaciones.

Guarnieri —referente internacional en certificación con más de 20 años de experiencia— señala que el mercado uruguayo ha crecido significativamente, en parte por incentivos como los que ofrece la ley de promoción de inversiones de la COMAP, donde las certificaciones son valoradas como indicadores clave. Actualmente, se estima que en Uruguay hay unas 2.000 certificaciones emitidas, con un crecimiento anual del 10%.

La propuesta de Ascend combina innovación tecnológica, talento experto y un enfoque estratégico, apostando a una certificación que sume valor y no burocracia. Según Devoto, especialista en sostenibilidad y transformación organizacional, la certificación “puede ser un acelerador de propósito, de sostenibilidad y de competitividad”.

Con un equipo base de unas 30 personas y una red de 50 auditores independientes, la empresa proyecta una segunda fase de expansión hacia Perú, Guatemala (con foco en el sector agrícola) y el Medio Oriente. Desde su sede en Montevideo, Ascend apunta a posicionarse como un referente regional con una visión “glocal”: combinar estándares globales con adaptación a los contextos locales.

Nunca es tarde para crecer (Paysandú Shopping Terminal se expande en m2 con 6 millones de dólares de inversión y llegan nuevas marcas)

A casi una década de su apertura –más precisamente el 13 de octubre de 2016– y con varias obras desde ese entonces a la fecha, Paysandú Shopping Terminal espera inaugurar en diciembre de este año la ampliación de unos 2.000 m2, en cuyos locales se instalarán nuevas marcas para el público sanducero. Según adelantó Carlos Lecueder a InfoNegocios, “se trata de la llegada de Adidas, ⁠BAS, ⁠Guapa! y Paprika, más una marca del grupo Bestseller”.

La buena vida también es un sabor en el paladar (Agua de Kefir vende 1.000 litros al mes)

Cuando iniciaron el negocio, en 2021, vendieron apenas 20 litros. Ahora, con más de 60 puntos de venta en varios departamentos del país, Patricia Amoroso y Juan Izuibejeres, creadores de Wellness Factory, comercializan alrededor de 1.000 litros al mes de Agua de Kefir, una bebida natural que se ofrece como alternativa a los refrescos y cuyo origen –milenario– se presume es de la región del Cáucaso, donde la palabra kéfir significa buena vida.