En las carnes ovina y porcina se registró un aumento en el ritmo de consumo alcanzando aumentos de 43,2% y 5,4% respectivamente. El consumo de cordero sumó en el primer semestre 1.800 toneladas (un promedio de 300 toneladas mensuales); y el cerdo llegó a 8 mil toneladas (promediando las 1300 toneladas por mes). En el total acumulado de estas tres carnes (bovina, porcina y ovina) analizadas no existieron modificaciones significativas. El consumo de carne aviar cayó 2,1% en el periodo. Mirando el comportamiento de los precios, la carne que más se abarató (en pesos corrientes) fue la de ave (-10,2%), seguida por la de vaca (0,7%), que curiosamente fueron los dos únicos tipos de carne en los que bajó el consumo.
A la luz de estas variables, a las que se le suma el incremento del salario real (1,5% en el semestre), el sector ve un escenario favorable para sostener el consumo de carne e incluso incrementarlo.
A la parrilla, plancha o al horno: consumimos 14 millones de kilos de carne bovina al mes
En el país del “asado más grande del mundo” los números confirman la afición carnívora. Con una pequeña variación a la baja, respecto al año pasado, el consumo de carne entre los uruguayos sigue siendo muy alto, uno de los más elevados del mundo, de acuerdo a los datos difundidos por el Instituto Nacional de Carnes (Inac) al cierre de la Expo Prado 2013. A pesar de la contracción del 1,2%, los uruguayos consumimos un promedio mensual de 14 mil toneladas (14 millones de kilos) de carne bovina. Según los analistas de Inac, las perspectivas de corto plazo estarían mostrando que el consumo de carnes se estaría direccionando hacia las carnes alternativas. Si esos kilos los trasladamos a dinero (a un promedio de $ 150 el kilo) el mercado interno mueve más de US$ 1.000 millones al mes.
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