A una década de la compra del predio abandonado de la ex embotelladora de Coca-Cola en Colonia del Sacramento, el empresario argentino Martín Aranda está a punto de cumplir el objetivo que se propuso: transformar los 11.000 m² en un centro comercial a cielo abierto con casi la totalidad de su superficie ocupada.
El inmueble, que llevaba 42 años sin uso, fue adquirido por Aranda con la idea inicial de instalar un supermercado, pero el plan evolucionó hacia un desarrollo comercial más ambicioso. Hoy, Colonia del Sacramento Mall combina el supermercado El Dorado (2.000 m²), Farmashop y otros locales, sumando una inversión total estimada de US$ 6 millones entre aportes del desarrollador y del supermercado.
Ubicado en un punto estratégico —en la zona más alta de la ciudad, a 200 metros de la costa, frente a una estación de servicio ANCAP y con salida a la ruta 21—, el proyecto logró revertir el deterioro del barrio, mejorando iluminación, jardines y calles aledañas como Progreso, que antes era considerada una “boca de lobo”.
Además, Aranda subraya que el mall será un punto clave de servicios y consumo para los trabajadores de la Zona Franca del Plata, actualmente en construcción, que prevé atraer al menos a 1.000 personas a la zona.
Actualmente, el mall cuenta con apenas 1.500 m² disponibles, que quedarán reducidos a menos de 500 m² una vez se concreten los contratos que Aranda prevé firmar en los próximos días (uno de 1.200 m² y otro de 130 m²).
El desarrollador también adquirió el predio frente al mall, donde funcionan locales de Inca y Auto Store, y planea darle un uso especial a la histórica “Casona Inglesa” que forma parte del complejo, como cierre simbólico de una obra que cambió la fisonomía comercial de Colonia.
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