Todos los días son especiales, pero los 21 de marzo de cada año, lo son más. Y no porque se invite a salir a la calle usando dos medias de diferentes colores para generar conciencia acerca de la dignidad de las personas con discapacidad intelectual, sino porque al tomar contacto real con personas con Síndrome de Down se consigue identificar que, porque somos diferentes, somo iguales.
El hecho es que justo en el Día Mundial del Síndrome de Down una institución educativa de nuestro país, el Centro Cultural Tarobá, que trabaja para la inclusión de personas en situación de discapacidad y cuyo propósito es estimular a sus estudiantes a vincularse con la sociedad en sus distintos ámbitos, diseñó un plan de desarrollo bajo el modelo de franquicias, ofreciendo desplegar su metodología tanto hacia el interior del país como el exterior, donde actualmente existe un interés concreto, más precisamente en Perú.
“La idea que venimos trabajando es para dos tipos de franquicias”, dijo Fernando Recoba a InfoNegocios, agregando que “la primera está orientado tanto para el interior del país como para fuera de Uruguay, donde montar un Centro Cultural Tarobá de cero, con todas las especificidades y certificaciones, ronda los US$ 80.000”.
Según el director del Centro Cultural Tarobá, este formato genera no solo “el derecho de entrada a la marca sino también que es la inversión necesaria para llevarlo a cabo en un mínimo de 250 m2”.
Acompañados en este desarrollo por el Estudio SVET, el segundo tipo de franquicia “está orientado ya a instituciones educativas establecidas, pero que quieren formar a sus niños con nuestra metodología certificada”. En este caso, según Recoba, “la inversión y fee de ingreso ronda los US$ 30.000”.
Cabe decir que para quienes están relacionados con personas con Síndrome de Down, el Centro Cultural Tarobá es de absoluta referencia para las familias, tanto su centro de Montevideo -ubicado en el barrio Unión- como el del departamento de Maldonado, a los que asisten estudiantes con todo tipo de discapacidad y con edades que van desde los 6 a los 60 años.
Más allá del anclaje local, según Recoba la metodología de Tarobá también es valorada en varios países del mundo, dado que maneja “como eje la autonomía y visibilidad del estudiantado, quienes adquieren herramientas que les permiten vivir una vida plena, participativa y responsable en comunidad”.
En este sentido el Centro Cultural Tarobá mantiene alianzas estratégicas con diversas organizaciones internacionales, de países como España, Finlandia, Suecia, México, Costa Rica, Estados Unidos, Perú, Ecuador, Colombia, Chile y Argentina, donde este modelo de negocio podría significar “una rentabilidad mayor al 20%”, además un impacto más que positivo en una comunidad inclusiva.
Según dijo Recoba a InfoNegocios, en abril estará brindando una conferencia en España acerca de la metodología educativa y llevará la propuesta de Tarobá para su internacionalización en Europa, donde también hay interesados.