¿Reconoces fácilmente a una persona tóxica? ¿Cuántas personas tóxicas identificas rápidamente? ¿Esta persona es de tu entorno laboral o personal? ¿Te ves afectado emocionalmente por esta persona? ¿Esta persona afecta negativamente tu entorno laboral o personal?
Con estos y otros disparadores, el consultor organizacional Washington Otero llevó adelante una encuesta que bien vale la pena analizar, tanto en los vínculos personales, pero sobre todo en las relaciones profesionales y laborales, ya que grandes, medianas o pequeñas empresas no escapan de esta situación que afecta los grupos de trabajo y por ende los resultados.
“El tema de las personas tóxicas no es nuevo, pero siempre vale la pena volver a ponerlo en escena y detenerse a pensar cómo y cuánto nos afecta, ya que los resultados son, al mismo tiempo que interesantes, ¡alarmantes!”, dijo Otero a InfoNegocios, agregando que “casi un 60% de los encuestados, que son en su mayoría empresarios, reconocen personas tóxicas en sus entornos, de los cuales un 55% forman parte del ámbito laboral”.
Según el agente de cambio y coaching transaccional, “hay una opinión muy contundente acerca de las personas tóxicas y es que las mismas afectan en sus grupos de trabajo o laborales en un 85% de los casos”.
“Esto nos permite pensar -apuntó Otero- en la importancia de trabajar esta problemática con más ahínco, ya que las personas tóxicas no son una moda, son personas que están junto a nosotros y afectan nuestro rendimiento. En este sentido, dar respuestas que nos permitan tener herramientas para trabajar el tema facilitará a quienes son responsables en las organizaciones de mejorar el clima laboral”.
Otero, quien en 2019 armó su primer grupo Vistage en Argentina -que lideró hasta que estuvo radicado allí- y desde 2020 es chair en esta misma organización en Uruguay, sostiene que lo primero que debemos tener en cuenta todos, no solo empresarios, es reconocer correctamente a una persona tóxica, “no dando por sentado que se trata solamente de alguien que me genera incomodidad”.
¿Cómo lo reconocemos? Según el consultor existen algunas características -entre otras- que marcan el perfil del tóxico: excesivo gusto por el poder, obsesivo por el control, posesivos, extremadamente celosos, manipuladores, generalmente muy inteligentes, tendientes a crear conflictos y confrontativos, “al punto de que preferimos darles la razón antes de seguir discutiendo y nos desgasten anímicamente”.
Según Otero, lo que debe observarse no es si una persona tiene una o dos características de estas características, “sino con qué intensidad, tendencia y permanencia tiene cada una”.
¿Qué hacemos frente a un tóxico? Otero dijo que existen “tips prácticos” frente a estas personas, como por ejemplo -si no va a consultar inmediatamente con un profesional- fijar límites claros, comunicándose directamente con la persona tóxica.
“En mi experiencia, cuando sé que una persona es tóxica, busco entender su lógica y descubrir su sentimientos y forma de pensar, lo que me lleva a darme cuenta si lo que busca es hacer daño porque odia o le molesta la persona de turno, o porque su inteligencia emocional no le permite ver el daño que está haciendo”, sostuvo Otero, agregando que “una comunicación asertiva y buscando que la persona se ponga y se calce sus zapatos consigue buenos resultados”.
¿Está mirando de reojo a colegas o compañeros de trabajo? ¿Hay tóxicos en la oficina? Calma, no es nuevo y tiene solución.