Como para todos, el 2020 fue para La Baguala un año difícil, sufriendo una caída del 70% de sus ingresos en la mayoría de sus líneas de negocio, ya que tanto el hotel de campo, el restaurante, las salas de conferencias para cualquier tipo de evento empresarial y los espacios para eventos sociales sintieron el cimbronazo de la pandemia. Sin embargo, dentro del proyecto integral de La Baguala, la venta de chacras marítimas encontró el escenario ideal para su crecimiento.
“Desde que comenzó el año las consultas por las chacras viene incrementándose semana a semana”, dijo Tomás Bameule a InfoNegocios, agregando que “comparado a 2020 estamos por encima del 50% y todos los fines de semana mostramos entre tres, cuatro o cinco chacras”.
Según el director de La Baguala, el 2021 no solo es consulta, sino también demanda y concreción de operaciones. “Sabíamos que la pandemia despertaría el interés de las personas de vivir en un entorno rodeado de la naturaleza -dijo Bameule-, más a pocos minutos de la ciudad y los lugares de trabajo como estamos nosotros, que tenemos tu casa de campo y playa a 20 minutos del centro de Montevideo. Lo que gratamente nos sorprendió es que en cuatro meses se vendieron cuatro chacras”.
El piso del valor de las chacras -remarcó Bameule a InfoNegocios- es de US$ 190.000 las tres hectáreas, “luego ese precio va incrementándose según la cantidad de hectáreas y el tipo de chacra, ya que en La Baguala hay costeras con el mar de frente, chacras mediterráneas y otras que denominamos altas, que tienen vistas al paisaje ondulado de las llanuras”.
Las últimas cuatro que se vendieron fueron mitad y mitad para ciudadanos argentinos y uruguayos.
“En total, de las 33 chacras que forman parte de la primera etapa del plan -en cuya segunda etapa sumará otras 82 chacras- se comercializaron ocho, de las cuales ya hay gente viviendo en dos, se acaba de terminar de construir la tercera casa, dos más iniciaron obras y el resto son las ventas recientes, que comenzarán a diseñar y proyectar sus viviendas en muy poco tiempo”, contó el director de La Baguala, agregando que mientras tanto sigue trabajando en el resto de la actividades del emprendimiento.
“En lo que se refiere a eventos, eso sigue quieto desde el año pasado. En cuanto al centro ecuestre, se mantiene abierto y con mucho trabajo, eso no paró nunca, pero se trata de una línea de negocio complementaria”, sostuvo Bameule.
En cuanto al hotel de campo y restaurante, el director de La Baguala dijo que “en este momento ambos están abiertos de viernes a domingo, modalidad baja temporada, con muy buena actividad”.