Con unas 13.000 toneladas brutas de registro, el buque de 130 metros de eslora y 32 metros de manga transportará 2.100 pasajeros y 220 coches. Desde la empresa afirman que será el hermano mayor del buque Francisco pero con 12 años de avances tecnológicos, un antes y un después en la industria mundial de ferries.
Martín Ovalle Nelson, Gerente Regional de Marketing de Buquebus, destaca que la inversión va a multiplicar “por tres o por cuatro el tráfico entre Uruguay y Argentina”, con los beneficios naturales que traerá a la economía local. “Queremos aumentar el ritmo de entrada y salida de ambos países y mejorar la conectividad”.
Algunos de los aspectos en los que Buquebus pone foco es en la seguridad de sus pasajeros, la sustentabilidad medioambiental, tecnología naval de avanzada y un nivel de acceso a una experiencia de usuario superior a la media.
Con respecto a las innovaciones tecnológicas que presentará, se destaca la utilización de gas natural licuado (GNL) combinado con combustible regular; este último será necesario sólamente para el encendido de la nave. Estas y otras innovaciones implicarán una significativa reducción del impacto ambiental así como un aumento en la eficiencia.
Dicho buque será el ferry de aluminio más grande del mundo.
Cuando el nuevo catamarán entre en servicio entre Argentina y Uruguay, en el año 2025, se espera que alcance velocidades superiores a los 40 nudos.