Este largo período de expansión permitió un fuerte incremento del PIB per cápita, que pasó de USD 3.600 en 2003 a USD 17.000 en 2018, lo que implica un aumento del 80% en términos reales (considerando evolución del dólar y de la inflación interna). El incremento se observó sobre todo hasta 2014, año en que se dio el “quiebre” del ciclo económico muy favorable y la economía comenzó a crecer a menor ritmo y a impulso de pocos sectores.
También en estas casi dos décadas de expansión ha habido un cambio en el peso relativo de los diferentes componentes de la demanda. Antes de que se iniciara el ciclo de crecimiento, el consumo privado tenía un peso del 76%, mientras que en 2018 representó casi 10 puntos menos. Este cambio se dio en parte por las exportaciones (que pasaron de representar el 15% del PIB al 21%) y del sector público (pasó del 16% al 19%). Por su parte, la inversión privada como porcentaje del PIB se ubica actualmente en niveles similares a los de hace dos décadas (en torno al 12%-13%).
En comparación al resto de los países de la región, Uruguay ha crecido por encima del promedio en la última década. Hoy en día se ubica en segundo lugar (detrás de Chile) al considerar el PIB per cápita ajustado por paridad de poder adquisitivo.
Por: Matilde Morales, gerente de Consultoría Económica de PwC Uruguay.