... se encuentra en rápida expansión. Con 340MW instalado, la capacidad eólica está creciendo a gran velocidad: si bien hace pocos años era de tan sólo 40MW, en solo dos años más podría superar los 1000MW.
Esta transformación responde al conocimiento y a las obras de infraestructura que el país ha venido desarrollando, entre otros, con apoyo financiero del BID. También se han apoyado una serie de estudios, incluidos algunos relacionados con el potencial de las mini-centrales hidroeléctricas, consultorías sobre eficiencia energética, potencial de cogeneración, así como también estudios para la modernización de la enorme planta hidroeléctrica binacional de Salto Grande.
Además el BID también está financiando con operaciones sin garantía soberana, varios parques eólicos que suman una capacidad combinada de más de 200MW y considerando el apoyo financiero para varios proyectos fotovoltaicos y para una importante planta de regasificación de GNL.
En tres años se espera que dos tercios de la capacidad instalada de generación eléctrica del Uruguay provengan de fuentes renovables y más de la mitad de ésta sean de fuentes renovables no convencionales. Esto no sólo beneficiará al usuario con precios más bajos, sino que también tendrá un impacto positivo sobre el medio ambiente.
Todos estos esfuerzos apuntan hacia la diversificación efectiva de la matriz eléctrica de Uruguay, una realidad que contribuirá a reducir las emisiones de CO2 a la vez que se mitiga la vulnerabilidad del sector eléctrico del país frente a las condiciones hidrológicas y a la fluctuación de los precios internacionales del crudo. Esto también se traducirá en mayor seguridad eléctrica para el país y en un superávit en la capacidad de generación eléctrica que podrá ser potencialmente vendido a países vecinos.