... y daban sustento a un Uruguay caro en dólares se están reinvirtiendo
- Aunque el abaratamiento del petróleo es un alivio para la cuenta corriente y los términos de intercambio, los precios de exportación están cayendo
- Brasil ha abaratado en dólares y sigue presentando varios flancos de vulnerabilidad, que pueden justificar una depreciación adicional del real
- Argentina se ha vuelto a encarecer en dólares, pero tendrá un ajuste de precios relativos en 2016 (en forma coordinada por el nuevo gobierno o por fuerza de la “realidad)
- En términos más generales, el dólar está fortaleciéndose frente a la mayoría de las monedas. Nuestros competidores en terceros mercados bajan costos en dólares
- Expectativas menos optimistas respecto de los países emergentes y perspectivas de tasas algo más altas en Estados Unidas plantean un riesgo de reversión de los flujos de capital que hemos recibido en los últimos años.
- El cambio está en marcha y puede acentuarse: parece imperativo que Uruguay genere condiciones para un ajuste de precios relativos y que cuide su atractivo para la inversión extranjera
El escenario base que plantea Deloitte es de crecimiento más moderado en 2015 pero con presiones de inflación persistentes. ¿El dólar? Para Deloitte debería seguir subiendo.
Indicadores previstos para 2015:
PBI: variación real de 2.5%
Inflación: Variación punta a punta de 8.3%
Tipo de cambio: $27.5 (+13%) para fin del período
Exportaciones: + 5.0%
Importaciones: -1 %
Inversión fija: -6.6%
Consumo privado: +2.6%
Desde Deloitte hacen hincapié en que Uruguay precisa cuidar el “motor” exportador y para eso es necesario corregir precios relativos, es decir, abaratarse en dólares. Ese ajuste de precios difícilmente se pueda procesar con niveles aceptables de inflación si al mismo tiempo se mantiene una plena indexación salarial. También será necesario promover un mejor clima de inversión, que haga de contrapeso al freno cíclico de la inversión privada. La moderación del gasto público y la reducción del déficit fiscal no es urgente por la sostenibilidad de la deuda, sino para generar espacios de corrección de precios relativos.
Como principales conclusiones, Deloitte afirma que el gobierno tendrá más restricciones que oportunidades por delante y que si bien nuestro país cuenta con muchas fortalezas los tiempos para corregir los desequilibrios macroeconómicos se acortan. Pero por ahora los costos de este ajuste parecen moderados: una desaceleración de la economía y de los salarios reales para recompensar equilibrios macro y sentar bases para un crecimiento sostenido.