Bajo el título Tsunami de inversión y construcciones: la vivienda promovida en Uruguay, la consultora inmobiliaria Moebius analizó exhaustivamente cómo esta política pública ha desencadenado, desde 2011, una revolución inmobiliaria en el país, transformando no solo el paisaje urbano sino también transformado –o mejor dicho mejorando– la calidad de vida de los uruguayos, ya que por medio de un aumento importante de inversiones, las zonas de desarrollo se diversificaron y se alcanzó un incremento exponencial de proyectos en construcción, marcando una nueva era en el mercado inmobiliario del país.
“La inversión acumulada en vivienda promovida asciende a más de 3.500 millones de dólares, generando un impacto económico multifacético y contribuyendo significativamente a la calidad de vida de los uruguayos”, señaló Gonzalo Martínez, agregando que “la distribución geográfica de proyectos refleja un auge en Montevideo, especialmente en su región norte en los últimos años, mientras el interior muestra una necesidad urgente de desarrollo”.
En este sentido, los datos compartidos por el CEO de Moebius Consultora Inmobiliaria indican que en Montevideo se ha construido el 78,25% de las viviendas (27.617 en total), mientras que en interior las viviendas representan el 21,75% (7.673 viviendas).
“Cuando analizamos las cifras de inversión, vemos que Montevideo recibió 2.461 millones de dólares, el 70,31% del total de la inversión, mientras que en el interior del país se construyeron viviendas por 1.039 millones de dólares, el 29,69% del total de la inversión”, dice Martínez, remarcando que estas cifras lo que indican es que “se inició un proyecto o edificio cada tres días, se construyeron 245 viviendas por mes, 2.5 edificios por semana, nueve viviendas por mes y una vivienda por hora”.
Tendencias y desarrollo en MVD
Según el CEO de Moebius Consultora Inmobiliaria, es imposible imaginar Montevideo sin todos los edificios construidos en la última década, así como también no impresionarse con las obras en desarrollo en toda la ciudad. Y es cierto… la cantidad de edificios y construcciones continúa en constante crecimiento y actualmente hay, señala Martínez, más de 300 edificios en construcción.
En el informe Tsunami de inversión y construcciones: la vivienda promovida en Uruguay se muestra que la zona de la costa de Montevideo –es decir los barrios de Ciudad Vieja, Sur, Palermo, Centro, Cordón, Parque Rodó, Buceo, Pocitos, Malvín y Punta Gorda– representan el 53,46% de las construcciones de Montevideo. El norte –todos los otros barrios– tienen el 46,54% de las viviendas.
Comparando las zonas de Montevideo con el interior del país, encontramos que el sur de la capital recibió el 42,42% de las construcciones totales de vivienda promovida, el norte de la capital 27,88% y el interior del país 29,70%.
“El norte de Montevideo se consolida como el nuevo epicentro del boom inmobiliario, destacando por su crecimiento sostenido y diversificación de desarrollos residenciales gracias a la ley de vivienda promovida”, dijo Martínez.
¿Y el interior promovido?
El norte de Uruguay, pese a albergar una significativa porción de la población, recibe casi tres veces menos viviendas que el sur. La demanda de nuevas viviendas es alta, marcando una crítica necesidad de enfocar inversiones y desarrollos hacia estas zonas.
Esto revela una distribución desigual de las inversiones y construcciones de viviendas promovidas en Uruguay, tanto geográfica como demográficamente. La concentración de inversiones en Montevideo, con un enfoque particular en su zona costera, refleja una tendencia hacia el desarrollo de áreas con alta demanda y valor inmobiliario. Sin embargo, esto contrasta marcadamente con el interior del país, donde la proporción de nuevas viviendas es significativamente menor a pesar de representar casi un tercio de las construcciones totales.
En el sur del país, delimitado por los departamentos de Colonia, Canelones, Maldonado y Rocha –Montevideo el informe lo considera aparte y no entra dentro de la región sur– se construyeron 5.315 viviendas, representando el 15,06% del total de las viviendas de Uruguay. Al norte, las viviendas fueron 2.356, siendo el 6,67% del total de las viviendas.
Dentro de Montevideo, la zona de la costa recibió inversiones por 1.485 millones de dólares, mientras que en el norte las inversiones son de 976 millones de dólares.
El hecho de que el sur de Montevideo albergue más del 42% de las construcciones de vivienda promovida, mientras que el norte de la capital cuenta con el 27,88%, y el interior con el 29,70%, sugiere que, aunque hay un esfuerzo por descentralizar las inversiones fuera de las zonas costeras, el interior aún se queda atrás en términos de inversión y desarrollo de nuevas viviendas. Esto podría reflejar una serie de desafíos, como la percepción del retorno de la inversión, la disponibilidad de servicios y la infraestructura en estas regiones menos desarrolladas.
“El análisis resalta una disparidad significativa en la distribución de nuevas viviendas entre Montevideo y el interior de Uruguay –sostiene Martínez–, evidenciando una concentración de desarrollo inmobiliario en la capital en contraste con una marcada escasez en regiones más alejadas. Esta relación de una vivienda cada 47 habitantes en Montevideo frente a una cada 255 en el interior no solo subraya las diferencias en el ritmo y enfoque de la construcción residencial, sino que también plantea cuestiones importantes sobre equidad, accesibilidad de vivienda y planificación urbana. La brecha en la proporción de viviendas construidas versus población refleja la necesidad urgente de reevaluar y posiblemente redistribuir los esfuerzos de inversión y desarrollo hacia áreas menos atendidas, buscando un crecimiento más equilibrado y sostenible que beneficie a toda la población uruguaya”.
En este sentido, cabe pensar que la creación de incentivos para fomentar más construcciones en el interior podría ser una estrategia clave para equilibrar el desarrollo inmobiliario en el país y garantizar que más uruguayos tengan acceso a viviendas asequibles.
De cara al futuro
El CEO de Moebius Consultora Inmobiliaria señala que enfrentar la variabilidad económica y las cambiantes demandas del mercado ha requerido, de parte los impulsores de proyectos de vivienda promovida, una capacidad de respuesta y flexibilidad notables.
“La clave para el futuro residirá en la capacidad de mantener estos logros, enfrentar los desafíos emergentes y seguir innovando para construir un Uruguay más inclusivo y sostenible”, sostiene Martínez, agregando que para los consultores inmobiliarios este escenario abre un abanico de posibilidades para explorar nuevas oportunidades de inversión, marketing y desarrollo de proyectos que respondan a las tendencias actuales del mercado.
“El déficit habitacional en Uruguay, especialmente pronunciado en regiones del interior, destaca no solo una necesidad urgente de atención, sino también una oportunidad dorada para inversores que buscan contribuir al desarrollo sostenible y beneficiarse de mercados emergentes”, remarca el consultor, para quien es crucial subrayar la importancia de captar la atención de inversores extranjeros y de nuevos actores en el mercado que estén dispuestos a inyectar capital fresco y renovador en el sector inmobiliario uruguayo.
“En línea con este objetivo, proponemos una medida estratégica significativa: la extensión de las exenciones fiscales hasta un período de 20 años –ahora es de 10–, dirigida específicamente a aquellos proyectos que se centren en el arrendamiento y que se lleven a cabo en el interior del país”.
Sin duda esto último sería otra revolución inmobiliaria.