Las nuevas tecnologías avanzan rápidamente, siendo casi una necesidad aprender a programar para las nuevas generaciones. No obstante, no siempre es fácil encontrar una forma atractiva para desarrollar está área. Valentina Pereyra, fundadora de Pixo, encontró una solución que permite aprender y divertirte en el mundo de la programación y electrónica para los más jóvenes.
En ese contexto, Pereyra sostuvo que siempre le interesó combinar la tecnología y el diseño. “Mi objetivo era desarrollar productos que no fueran solo educativos, sino también atractivos para niños y adolescentes”, afirmó.
Así surgió la idea de diseñar kits que permitan a los jóvenes armar sus propios dispositivos electrónicos, como consolas de videojuegos o parlantes, mientras aprenden a programar.
“Pixo crea kits que permitan a los jóvenes armar un producto que puedan usar en su día a día, como un Game Boy o un parlante”, destacó.
Estos kits cuestan desde 160 dólares y tienen todo lo necesario para el ensamblaje y cursos online para aprender a programar. De las primeras 100 unidades, vendieron el 70%. Además, participó de una feria en Chile, donde tuvo una buena repercusión. Uno de los próximos pasos es llegar a México y Estados Unidos, donde visualiza un gran potencial en sus kits educativos.
Cabe destacar que Pixo dio sus primeros pasos en el Centro de Innovación y Emprendimientos (CIE), luego pasó a Ingenio y ahora con la financiación de ANDE proyecta llegar a los mercados anteriormente mencionados.
Más allá de expandirse, Pixo está desarrollando nuevos productos, como la incorporación de programación en bloques, lo que permitirá que niños más pequeños puedan utilizar estos kits.
Por último, Valentina remarcó que “queremos que la tecnología sea accesible para todos, y que las personas que nunca tuvieron contacto con la programación puedan probarlo”.