Los platos más pedidos son la hamburguesa casera al pan, el sandwich de salmón y luego el de pollo. En cuanto a las ensaladas (los precios oscilan entre los $180 hasta $220), las que más salen son la de salmón, la griega, que es apta para vegetarianos, y la Caesar. Por la tarde, se piden mucho los muffins y los licuados que rompen con lo tradicional (los que más gustan mezclan naranja, ananá y pepino), y el yogurt con granola casera, frutilla y banana. Deliss está abierto todos los días dese las 12 hasta la 1 de la madrugada (o hasta que llegue público). Cuando baja la temporada cierran a medianoche. Cuando le preguntamos a Joaquín por la temporada confiesa que desconoce lo que es una buena y una mala temporada, “lo que realmente nos hace felices es que la gente que viene, siempre vuelve y los que vienen por primera vez vienen por recomendaciones del boca a boca”. Eso es un emprendedor optimista.
Un fast food saludable es posible. Deliss explota el nicho de sándwiches para llevar a la playa
La propuesta de Deliss surgió como una idea de dos amigos del colegio durante el invierno pasado. Joaquín Sorhobigarat y Juan Martín Milat, su socio, preparaban sandwiches que aprendieron a cocinar de forma autodidacta. El local de La Barra (donde antes funcionó Muma) tiene capacidad para unas 50 personas, además de ofrecer la posibilidad del take away. Pero una de sus fortalezas es la creación de sándwiches y ensaladas que se puedan llevar a la playa. Los sándwiches van de $220 a $270 (el de salmón) y todos incluyen un toque gourmet (por ejemplo, el de vacío está hecho con vacío, pesto de rúcula, queso de cabra, tomate y albahaca). Joaquín sostiene que sus ofertas gastronómicas tienen “onda gourmet pero están basados en lo simple y cotidiano”.
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