LSQA presentó a empresas y público general Altus, una herramienta para el desarrollo sostenible y que protege a las organizaciones de los riesgos de green-washing y de impact-washing. ¿Qué son estos riesgos?
El “green-washing” se define como hacer creer a otros que su organización está haciendo más de lo que en realidad está haciendo para proteger el ambiente. En el “green-washing” se puede caer incluso en declaraciones engañosas como consecuencia de falta de información y no necesariamente por mala intención.
El “impact-washing” es, por su parte, la atribución de una imagen falsa o exagerada de inversores de impacto social y medioambiental, ya sea con el fin de cumplir con la regulación, de atraer más clientes o de mejorar la imagen de cara al público.
Según una encuesta reciente el “impact-washing” es el principal desafío del mercado financiero de los próximos cinco años.
Sustentada en la evaluación de la doble materialidad y la aplicación de instrumentos reconocidos y evaluados por terceras partes independientes, Altus da garantías adicionales respecto a evaluaciones de primera o segunda parte, que pueden ser puestas en tela de juicio por competidores, clientes u otras partes interesadas.
En este contexto, la “marca país Uruguay” con certificación LSQA fue destacada como instrumento calificado, dado que en sus renovados pilares de evaluación pondera acciones de sostenibilidad, entre otras.
Estos pilares potencian las empresas uruguayas de productos y servicios y significan un importante agregado de valor frente al mundo.
Con un enfoque sistémico e integrador, Altus se enfoca en los temas significativos para cada organización y las orienta a implementar acciones concretas y efectivas que, a través de la mejora en la gestión, impacten positivamente en la calidad de vida de las personas.