Los chicos y la internet. Todo un tema. Los que rondan los 10 años de edad quieren tener su perfil en Facebook, con la consecuente preocupación que esto nos trae como padres ya que debemos controlar continuamente que tipo de actividades desarrolla el/la púber en la red, quienes son sus “amigos”, con cuales se comunica más y con qué propósito. Una pesada pero indispensable e irrenunciable tarea. Anoche hablaba con el mayor de mis vástagos (11 años) sobre este tema (la seguridad de los chicos y la red) y luego de explicarle sobre los peligros que conlleva, se lo planteaba de esta manera: “El tema es así: vos querés estar en internet. Ok, yo tengo acceso a todo lo que hacés, a ver quienes son tus contactos y a las comunicaciones que tenés y a tus contraseñas hasta que seas mayor. Es así o no estás”. Lo sé, suena inquisidor, pero estoy convencido que debe ser así (al menos hasta que tenga criterio para identificar lo que pueda resultarle peligroso) para que no queden al margen de la vida en red, pero que participen de manera segura.
En cuanto a los más enanos, por ahora es algo más simple, quieren jugar básicamente y para ello por lo general ingresan a sitios que ofrecen centenares de juegos en flash, pero que a la vez también suelen estar plagados de publicidad que aparece de repente y sobre la cual no tenemos ningún tipo de control. Por eso es que dar cuenta de que existen sitios como Club Penguin, creo que es realmente importante. El sitio se autodefine así: “Club Penguin es un mundo virtual cubierto de nieve en el que los niños juegan e interactúan con amigos a través de coloridos pingüinos que usan como avatars”.
La cosa viene así. Los chicos ingresan al sitio y eligen un pingüinito (que tunean a gusto y piacere), le ponen su nombre y es su “avatar” que les permitirá jugar, formar parte de la comunidad del club interactuando con todos los demás integrantes no solo jugando, también comunicándose por chat. El sitio no contiene publicidad de terceros y les brinda la posibilidad de jugar de manera gratuita, aunque para realizar determinadas acciones es necesario adquirir una membresía, que es administrada 100% por los padres y que debe aprobada por estos. Los usuarios también asisten a fiestas y otros eventos especiales; pueden actuar en obras de teatro, adoptar puffles (que son mascotitas adorables) y cuidar de ellos. Además, participan de juegos en los que ganan monedas virtuales que pueden utilizar para diseñar sus propios iglús y comprarse miles de conjuntos de ropa para sus pingüinos.
Entre otras cosas los padres podemos determinar cuánto tiempo pasan los chicos en Club Penguin, es por eso que dispone de un cronómetro mediante el cual es posible establecer las horas de juego y limitar el tiempo de juego por día. Una buena alternativa para que los chicos accedan a la web de una manera controlada y segura.