Con más de 60 años ofreciendo la mejor calidad italiana, La Pescara pasó de ser una pequeña panadería en Rodó a abrir otros tres locales y expandirse a Colonia. Su historia es una fábula de inmigrantes, una familia que llegó en la década de 1940 desde la provincia italiana de Pescara en busca de una mejor vida.
Rápidamente se hicieron conocidos por su galleta de campaña, que llegaba a las localidades vecinas en tren y carros. A medida que el negocio pasó a las nuevas generaciones se fueron especializaron en la elaboración de productos en los rubros panadería confitería y facturería.
Hoy La Pescara está a cargo de hermanos, padres e hijos, que descienden de la familia original y administran los locales en forma independiente pero bajo el mismo nombre.
Lo que identifica a estas panaderías son los productos frescos y de calidad. Además del pan y las facturas lo más solicitados son los sándwiches, las masas finas y la sopa inglesa: un postre en base de pionono, merengues, duraznos y cremas.
La cadena cuenta con dos locales sobre la ruta en Rodó: la panadería original, que este año fue remodelada para incluir servicio de minimarket, y un segundo local con tienda, juguetería y bazar. Desde aquí abastece a toda la zona e incluso llega a Río Negro.
“La clave del crecimiento son el esfuerzo y la constancia. También que tenemos mucho conocimiento de los productos que elaboramos y usamos buena mercadería. Hemos visto a nuestros padres y abuelos trabajar y uno se hace ejemplo de ellos”, asegura Mario Uchupia, quien dirige La Pescara 2.
Pero este crecimiento no se limita a Rodó. Uno de los hijos de Uchupia abrió la tercera panadería en Cardona y otro la cuarta en Florencia Sánchez, Colonia. Entre la remodelación de la sede original y estas dos últimas sucursales, la familia lleva invertidos más de US$ 160.000 en el último año.
Si bien la pandemia pegó fuerte en algunos locales, lo positivo fue que obligó a la empresa a reinventarse y pensar nuevas soluciones. Por ejemplo, empezaron a realizar envíos para aquellas familias que se quedaron en sus casas para cuidar su salud. Así llegaron a Parada Suárez, Duraznito y Risso, entre otras localidades.
Pero el 2021 vino con un pan abajo del brazo, y además del nuevo local en Florencio Sánchez hace algunas semanas cerraron un acuerdo con El Dorado para abastecer el supermercado de Cardona.
Para los próximos meses La Pescara buscará crecer en sus dos últimas sucursales, con el fin de dejar de alquilar y comprar su propio espacio. De esa manera podrán ampliar los locales para agregar minimarket y otros rubros como hicieron en Rodó.
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