La semana pasada la aerolínea decidió suspender los vuelos entre Concepción y Santiago de Chile. Algunos clientes afectados se han quejando, vía Twitter (donde muchos clientes hacen catarsis) de que la compañía no resuelve si devuelve el dinero o habilita a usar los pasajes por otra compañía. En cinco años, desde que asumieron como socio de la aerolínea, los ejecutivos de LeadGate no pudieron transformar a la empresa en una compañía rentable a pesar de haber renovado la flota y de haber sumado nuevos destinos. La estrategia de hub con la que iniciaron las operaciones se vio complicada al quedar orientada prácticamente a Brasil y al verse imposibilitada de crecer en Argentina. Hay quienes valoran que le faltó definición estratégica y no logró encontrar su perfil: no es ni una low cost pura ni una aerolínea comercial tradicional, ya que cobra precios regulares pero da un servicio de low cost. El Estado uruguayo, a través de Pluna Ente Autónomo estaría analizando retomar el cien por ciento del control operativo hasta que aparezca un nuevo socio. Pluna tiene unos 750 empleados y 13 aviones Bombardier de 90 plazas.
Mientras se define su destino, Pluna suma desprolijidades en el manejo de la atención a clientes
Mientras se decide la continuidad o no de los actuales socios privados, en los últimos días Pluna parece haberse salido de control y acumula quejas de los usuarios, fundamentalmente de extranjeros que nada tienen que ver con los cuestionamientos políticos que en estas horas pululan en medios y redes sociales. Durante la noche del domingo la compañía canceló un vuelo a Río de Janeiro, dejó a varias decenas de pasajeros pernoctando en el aeropuerto (se hizo cargo de la comida pero no de alojamiento) sin dar muchas explicaciones. El vuelo fue reprogramado para pasado el mediodía del lunes.
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