Los deliverys se reinventan y con la llegada de la app Glovo, empezó una sana competencia en la que cada empresa ofrece un diferencial. Matías Gath, Gerente General de Glovo de Argentina y Uruguay, habló con InfoNegocios acerca de qué particularidades tiene su negocio y qué lo distingue de otras compañías.
Glovo contempla varias categorías: restaurantes, snacks, regalos, farmacia, mercados y una especial para “lo que sea”, que promete resolver cualquier necesidad. “Uruguay es un mercado interesante, porque es muy propenso al delivery por la cultura que probaron otros players. Ya está demostrado en comida, pero no tanto en envíos de regalos o en pedir a la farmacia. La oportunidad está”, dijo Matías Gath.
La empresa quiere posicionarse como “la única” que lleve a domicilio “cualquier cosa“ que necesiten sus usuarios. La meta es llegar a más de 30 ciudades de la región (ya se propuso alcanzar a Paraguay, Guatemala y Ecuador).
A nivel local, comienza en Montevideo. Pasados tres o cuatro meses observará “cómo funciona el modelo“ y evaluará si replica en otras ciudades.
La app ya opera en Chile, Perú, Panamá y Costa Rica. Desde enero está en Argentina (tras adquirir una empresa local), en Buenos Aires, La Plata, Rosario y Córdoba.
En Buenos Aires, la compañía cobra 35 pesos argentinos (unos $45) por envío de comida de empresas adheridas. Un envío de “lo que sea“ (por ejemplo, llaves), se cobra unos 100 pesos argentinos (unos $128) cada 4 kilómetros.
Al inicio, Glovo priorizará “captar usuarios, porque ellos nos dirán qué tipos de empresas quieren. A los comercios que se adhieran les cobramos por conseguirles ventas y la logística que conlleva, pero no hay ningún costo asociado por estar en la plataforma”, precisó Gath.
El reto en Uruguay será no solo probar si existe “receptividad cultural“ de usuarios y empresas para sumarse a la plataforma, sino también crear una red de repartidores (glovers). Glovo no los emplea, les ofrece ser el nexo para aceptar o rechazar pedidos. Y les cobra “un monto muy pequeño“ por usarla. “Es una de las fuentes principales de ingreso“, dijo Gath.
A diferencia del servicio de Uber, la oferta de glovers activos no incide en la tarifa. “Y el único factor que cambia cuánto gana el glover por pedido es si llueve“, aclaró Gath.
El costo para el usuario “varía dependiendo de la categoría y la distancia“, y se informa “por adelantado“.“No cobramos en base a monto (de la compra) sino a tiempo. Si pedís a un glover que espere en la fila de un restaurante, eso incide en el precio“, ilustró Gath.
Desde su lanzamiento en 2015, Glovo logró 2.000.000 de instalaciones y ya supera los 900.000 pedidos mensuales. Para lanzar su desembarco en Latinoamérica, la compañía realizó una ronda de financiación de 30 millones de dólares.
En el mundo, Glovo ya tiene 10.000 repartidores activos (opera también en España, Italia, Francia y Portugal), que circulan sobre todo en bici o moto. Son más de 900.000 los pedidos que procesa al mes.
¿Cómo funciona?
El usuario deberá descargar la app (gratuita) desde Google Play o Apple Store, o acceder vía online a través de https://glovoapp.com, registrarse y en pocos minutos podrá pedir lo que quiera.
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