Datos de Facebook, por ejemplo, indican que un 45% de los procesos involucran a los dispositivos móviles y, sin embargo, más del 90% de las ventas se concretan en tiendas físicas.
En un mundo donde la línea on-off es cada vez más difusa, surgen nuevas herramientas para afrontar el desafío de la atribución.
Google, por ejemplo, tiene habilitada en algunos países una función que, a través del GPS de los celulares, permite identificar cuántos usuarios que hicieron clic en un anuncio de su buscador, visitaron luego una tienda física de la marca.
Otras opciones, como el botón "Cómo llegar" pueden ser buenos aliados al momento de estimar cuántos saltos hubo desde la pantalla hasta la tienda, dado que se puede medir la interacción con ese botón.
Facebook, por su parte, lanzó recientemente un formato "localizador de negocios", que facilita la llegada a locales pertenecientes a cadenas, mostrando los más cercanos en un mapa interactivo.
En sentido inverso, los usuarios que compran offline, usan sus smartphones mientras hacen compras en tiendas. Datos recientes de Google indican que un 82% de ellos usan su móvil en los locales.
Conforme se concreta la lenta pero progresiva desaparición de la división entre online y offline, realizada por los propios consumidores, las marcas deben estar preparadas para ofrecer una omnicanalidad que ya no es una opción sino una obligación impuesta por una generación de usuarios multipantalla, que también consumen en el mundo real.
Christian Ferreiro
Director de Medios Digitales en PIMOD
Twitter: @SinSpeech
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