Gabriela Olaizola, gerente general de Doña Coca, celebró este noviembre un año al frente de la empresa, donde logró una exitosa transición tras la adquisición por parte del grupo IBF negocios. Durante este tiempo, la compañía no sólo consolidó su modelo de gestión y cultura organizacional, sino que también alcanzó importantes logros financieros y de posicionamiento en el mercado.
Con una estrategia que apunta a la innovación y cercanía al consumidor, Doña Coca continúa consolidando su presencia a nivel nacional. En esa línea, Olaizola mencionó que están mirando al exterior, con foco en países vecinos. “Trascender las fronteras de Uruguay es muy importante para una marca, y es algo que nos interesa mucho”, señaló. Además, se están estudiando nuevos negocios. “Actualmente estamos analizando las cadenas de valor y la viabilidad comercial de distintas alternativas y en función de eso, avanzaremos.
Por otra parte, contó sobre los desafíos y logros alcanzados en este último tiempo. La empresa, que fue adquirida por el grupo IBF en los últimos años, atraviesa un proceso de crecimiento e innovación. “Este primer año de gestión ha sido muy positivo, tanto en términos de desempeño como de transformación interna. Si bien Doña Coca pasó por un proceso de adquisición y transición, hemos logrado consolidar un modelo de gestión que nos permitió fortalecer el equipo y la cultura organizacional”, afirmó Olaizola.
Asimismo, resaltó que este año fue de “muchos cambios”, destacó la fusión cultural en el equipo. “Al principio, alineamos objetivos y adaptamos los aportes de cada colaborador, lo que resultó en un clima de trabajo colaborativo que permitió desplegar el potencial del equipo. Los que ya estaban aportaron su experiencia y los nuevos sumaron talento y perspectivas frescas, lo que enriqueció los resultados del negocio”, remarcó.
“El proceso de integración cultural se facilitó a través de la comunicación y cercanía, fomentando transparencia, confianza y respeto. Esto permitió que los colaboradores se sintieran seguros y cómodos, contribuyendo a una relación profesional entre las dos culturas que finalmente se ensamblaron. Desde el inicio, se entendió lo valioso que sería el aporte de ambos grupos”, destacó Olaizola.
Doña Coca alcanzó cifras de facturación y volumen superiores a las previstas, y su presencia en el mercado creció de manera significativa. Además, la marca recibió varios reconocimientos, como estar en el podio del Ranking Merco 2024 de las empresas con mejor reputación en Uruguay en la categoría alimentos y snacks, y el Sello Inclusivo Uruguay Valora, por sus prácticas de inclusión.
La empresa experimentó un cambio radical en su comunicación con los consumidores. “Pasamos de una comunicación más transaccional a una más profunda, que refleja nuestra historia y nuestras acciones sociales. Hoy mostramos no solo nuestros productos, sino también el impacto positivo que generamos en la comunidad y el entorno”, expresó.
De cara al próximo año, la empresa apuesta a seguir creciendo, diversificando la oferta y acercándose más a los consumidores con productos novedosos. “Nuestro enfoque está en entender las necesidades del consumidor y ofrecer soluciones. Nos estamos transformando en una compañía más orientada a la innovación, que pone al cliente en el centro de nuestras decisiones”, recalcó.
Olaizola también destacó el trabajo para ampliar la cobertura nacional y explorar nuevos canales de negocio, como el canal moderno. En términos de penetración en hogares y frecuencia de compra, la meta es que para 2025, Doña Coca sea una marca aún más reconocida, tanto dentro como fuera de Uruguay.
A su vez, apunta a fortalecer las prácticas de sustentabilidad y responsabilidad social. “A largo plazo, Doña Coca busca convertirse en una empresa integral de alimentos, siendo referentes en prácticas empresariales”, indicó.
“Nos enorgullece contar con un equipo motivado, que lleva puesta la camiseta de la empresa. Nuestra apuesta está en seguir desarrollando el talento interno, atraer nuevos profesionales y convertirnos en uno de los mejores lugares para trabajar en la industria”, aseguró Olaizola.
En ese aspecto, implementaron procesos internos de formación y desarrollo, y la empresa se comprometió en generar un entorno laboral donde las personas puedan crecer y aportar lo mejor de sí mismas. “Creemos que la gente es la que hace posible nuestro éxito. Por eso, seguir invirtiendo en nuestro equipo será una prioridad”, finalizó.