¿Es posible imaginar un entorno donde cada cliente sordo o con hipoacusia se sienta realmente comprendido y atendido? Para Accesa sí, ya que este proyecto –una firma que pertenece a Antel– crea un servicio de atención con intérpretes profesionales de lenguaje de señas, diseñado para proporcionar accesibilidad y apoyo a personas con discapacidad auditiva a través de la tecnología de videollamada.
Según Daniela Recupito, jefa comercial de Accesa, “este servicio no solo permite resolver, a las compañías u organizaciones, un desafío enorme como es el de la comunicación con personas con discapacidad auditiva, sino que también permite mostrar un verdadero compromiso con la inclusión y la accesibilidad”.
En Uruguay existen alrededor de 30.000 personas sordas y cerca de 120.000 con hipoacusia, y un dato que no todos saben es que, quienes conviven a diario con alguna discapacidad auditiva, al no oír ni hablar –en este caso– el idioma español, su aprendizaje de la lectura y la escritura es muy diferente. Es decir, sería incorrecto afirmar que los sordos no saben leer ni escribir, sin embargo, su comunicación mediante la lectura y escritura está siempre rezagada.
“El lenguaje de señas es muy particular, para empezar porque aquí tenemos la Lengua de Señas Uruguaya, que no es la misma de otros países. Hay señas más universales, pero cada país tiene su propio lenguaje de señas y esto hace todavía mucho más necesario un servicio como el de Accesa”, dijo Recupito a InfoNegocios, agregando que, “por ejemplo, para decir el lunes yo voy a ir a jugar con mi nieto, en señas los gestos construirían una frase como el lunes jugar yo mi nieto, mucho más rústico”.
Accesa brinda servicios de contact center desde el 2007 y cuenta ya con clientes como Antel, BPS, UTE y Ministerio del Interior.
“Al tratarse de un servicio inclusivo y accesible no solo se mejora la experiencia del cliente –sostiene Recupito–, sino que también se atrae a nuevos clientes que valoran esto. Por eso la apuesta ahora es crecer en otros sectores, tanto el público como el privado, porque esto debería estar tanto en un sanatorio como en una red de cobranzas, en un shopping, un restaurante o un club deportivo”.
El mecanismo es sencillo, solo se necesita como infraestructura un PC, monitor, cámara web o dispositivo electrónico portátil que permita realizar una videoconferencia, auriculares con micrófono incorporado que se conecte al dispositivo elegido y se sugiere una conexión de datos independiente a través de fibra óptica.
“Accesa lo que hace es triangular la comunicación, porque la persona sorda que va al local que cuente con este servicio puede comunicarse con el intérprete nuestro quien, a su vez, dialogará con el vendedor o el médico y luego responderá a la persona sorda lo que haya dicho, a través claro del lenguaje de señas… Las personas han salido emocionadas gracias a esta posibilidad”, remarcó la jefa comercial de Accesa.
Por el momento la firma cuenta con cinco intérpretes y la atención está siendo dada de lunes a viernes de 9 a 17 horas ampliando, según el caso, hasta las 21 horas.