En un caso (el desestacionalizado) se compara el primer trimestre de 2022 con el trimestre inmediatamente anterior, y para ello es que se quita todo efecto estacional que afecta a un trimestre y no a otro, lo que haría irrelevante la comparación. En otro caso (el interanual) se compara el primer trimestre de 2022 con el mismo trimestre de 2021, y en este caso, al ser un mismo periodo de tiempo, no se quitan los efectos estacionales.
Esta última cifra, de 8,3%, recoge un efecto rebote de la actividad, por ejemplo en el turismo, que en los primeros meses del pasado año estaban impedidos de desarrollarse en tanto las fronteras estaban cerradas por causa de la pandemia.
En estas circunstancias, la economía uruguaya se dirige a crecer en torno a un 4% o más. Sin embargo, tal como medimos los economistas el crecimiento anual (el promedio del crecimiento de los cuatro trimestres de un año respecto al promedio de los cuatro trimestres del año anterior), una parte importante de esta cifra estará recogiendo el efecto rebote en función que la base de comparación (2021) es relativamente baja debido a los efectos que tuvo la pandemia en aquel año.
Por:
Ramón Pampín, gerente de Consultoría Económica de PwC Uruguay.
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