Los centros de datos son fundamentales para el funcionamiento de la IA, ya que albergan el hardware necesario para entrenar y operar estos modelos. Las empresas tecnológicas están invirtiendo fuertemente en la construcción de nuevos centros para satisfacer la creciente demanda; sin embargo, estos centros también acrecentan el consumo energético.
A pesar del aumento de la huella de carbono, la IA ofrece soluciones para mejorar la eficiencia energética en diversas áreas. Un informe de PwC Alemania, Microsoft y la Universidad de Oxford destaca que puede ayudar a optimizar el consumo de energía en edificios, rutas de aviones y barcos, e incluso en la producción de cemento.
Aunque hay avances en la eficiencia de los modelos de IA y en tecnologías de refrigeración sostenibles, el consumo de los centros de datos seguirá creciendo. Nuestras simulaciones indican que, con el aumento previsto del uso de IA, el consumo podría aumentar entre un 18% y un 21% en el periodo 2024-2035 comparado con un escenario sin expansión de la IA.
Con una hipótesis conservadora, también se estima que cada punto porcentual de aumento en la adopción de IA mejoraría la eficiencia energética en un 0,1%. Así, el uso de IA podría reducir el consumo energético fuera de los centros de datos, con un ahorro acumulado entre 2024 y 2035 de entre 0,1% y 1,0%.
El análisis de PwC sugiere que si la IA mejora la eficiencia energética de la economía, podría compensar el consumo adicional de los centros de datos, logrando un impacto neto neutro en el uso de energía y emisiones.
Aunque los proveedores de modelos de lenguaje de gran tamaño no suelen divulgar detalles sobre su consumo energético, los equipos corporativos de IA y sostenibilidad pueden colaborar al seleccionar socios tecnológicos que demuestren su compromiso ambiental mediante algoritmos optimizados, hardware avanzado y centros de datos que utilicen energía renovable.
Extraído de ‘Could net-zero AI become a reality?’.