La caída en la cantidad de ocupados, por ejemplo, o la situación de estar disponible, buscar trabajo y no conseguirlo son señales de fragilidad en el mercado de trabajo; al igual que tener un empleo pero querer y estar disponible para trabajar más horas sin conseguirlo.
De esta manera, si construimos un indicador alternativo a la tasa de desempleo, que abarque no solo a los desocupados sino también a los desalentados (perdieron el trabajo, buscaron y dejaron de buscar) y a los subempleados (aquellos que trabajan menos de cierta cantidad de horas semanales y que declaran querer y estar disponibles para trabajar más horas), la inestabilidad del mercado laboral de Uruguay se vuelve más evidente. Esta “tasa de problemas de empleo” alcanza el 19,5% en 2020 (considerando 40 horas o menos de trabajo en el caso de los subempleados), casi el doble que la tasa de desempleo tradicional (que promedió 10,3%).
Así, este indicador alternativo permite redimensionar los problemas de trabajo que se enfrentan en el mercado de trabajo uruguayo en la actualidad.
Por:
Matilde Morales, gerente de Consultoría Económica de PwC Uruguay.