Además de las clásicas recomendaciones, como tener un espacio apropiado y cumplir con una rutina definida, hay otras cuestiones que pueden ayudar a ser más productivos en esta modalidad de trabajo. En primer lugar, aunque la flexibilidad que tenemos al trabajar desde nuestras casas es mayor que cuando estamos en la oficina, también es uno de los principales desafíos que se presentan. Por esto, es importante acordar horarios de trabajo, e incluso pueden comunicarse los tiempos de descanso, como por ejemplo el horario de almuerzo.
Por otro lado, es fundamental mantenerse en contacto y aprovechar las instancias de interacción: reuniones virtuales, grupos de intercambio con colegas y compañeros de trabajo, cursos de formación en línea. Se trata de buscar formas de mantenerse motivado y no sentirse aislado, por lo que una sencilla y buena recomendación es tener la cámara prendida en las reuniones para poder verse con los participantes.
Finalmente, es clave que los líderes se conecten a nivel personal con los colaboradores, mediante instancias para acercarse y conocer las situaciones que atraviesa cada uno durante este período de una manera empática. Dado que no se sabe cuánto durará esta situación, se trata de que los líderes acompañen y disponibilicen los elementos necesarios para que cada colaborador pueda continuar con su trabajo.
Por:
María José Barreiro, gerente de Gestión Humana de PwC Uruguay.
Agustina Harriague, consultora de Gestión Humana de PwC Uruguay.