Este incremento en el mes de mayo sitúa al índice en el mayor puntaje desde marzo 2020 reforzando el aumento del mes pasado y la idea de una “adaptación” de la población a la situación sanitaria del país, aún frente a un notorio empeoramiento de ésta, siendo mayo el mes con récord de muertes desde que inició la pandemia, aún con un porcentaje elevado de población vacunada.
En cuanto a los subíndices, los tres se comportaron de manera diferente: uno mantuvo su puntaje incambiado, uno empeoró y uno mejoró su desempeño. La Situación Económica Personal, mantuvo el mismo puntaje que el mes pasado. Dentro de sus componentes (situación económica personal actual y a un año), el primero disminuyó levemente mientras que el segundo aumentó. Esto pudo deberse a un mayor optimismo a la recuperación a futuro y una mayor cautela presente por la extensión de la pandemia y las medidas sanitarias que podría llegar a ocurrir.
Por su parte, la Situación Económica del País con 69,8 puntos obtiene la valoración más alta desde agosto de 2010 y el mayor aumento mensual desde que se mide el índice (+6,3). Este incremento fue impulsado por ambos componentes (situación económica del país a uno y a tres años), superando, en ambos casos los puntajes obtenidos en todos los meses del último año. Continúa reflejándose la expectativa de una recuperación económica del país a corto y mediano plazo posiblemente asociado al ritmo de vacunación, la posibilidad de volver a la “normalidad” dentro de ese período y el anuncio de la llegada de nuevas inversiones al país, como, por ejemplo, la instalación de un centro de datos de Google.
Por último, la Predisposición a la compra de bienes durables fue el único subíndice que descendió, aunque no contrarrestó en su totalidad la suba del mes anterior. Ambos componentes del subíndice disminuyeron (electrodomésticos, y automóviles y viviendas), aunque la variación en los electrodomésticos fue superior. Estos cambios en signo y magnitud pueden estar influenciados por la adaptación de expectativas debido a que moderan la suba del mes anterior.
Acompañando el aumento del ICC en mayo, los otros indicadores medidos muestran, en general, una mejora respecto a abril 2021 (a excepción de la capacidad de ahorro y la preferencia por la moneda nacional). La evolución de los indicadores, al igual que en el ICC, continúa reforzando una posible adaptación de las expectativas sobre el impacto que la situación del COVID-19 tendrá en la economía. Las expectativas de ingresos y preferencia por el depósito en el país aumentaron por segundo mes consecutivo. En tanto, las expectativas de desempleo disminuyeron por segundo mes consecutivo y las expectativas de inflación se redujeron notoriamente. Estas mediciones están relacionadas a la confianza de la población con respecto a la Situación Económica del País. Por su parte, la caída en la capacidad de ahorro podría estar relacionada con el leve deterioro de la situación económica personal actual.
El ICC en los países de la región
Al analizar la variación del índice, se observa que solamente Uruguay se encuentra en el nivel de moderado pesimismo (entre 40 y 50 puntos) y los restantes países se encuentran en el nivel de atendible pesimismo (menos de 40 puntos). Chile es el país con menor puntaje de la región (24,9 puntos) y luego de la caída de 4,3 puntos en abril, en el mes de mayo se mantuvo constante con el mismo puntaje. Argentina al igual que en Chile, tuvo un importante descenso en el mes de abril (-5,9 puntos) perdiendo el segundo puesto con Brasil. En el mes de mayo tuvo un leve descenso de 0,1 puntos continuado en la zona de atendible pesimismo. Brasil aumentó por segundo mes consecutivo (+2,2 en abril y +1,9 en mayo), aunque aún no logra recuperar los puntajes registrados en los primeros meses de la pandemia de COVID-19 (43,9 puntos en febrero 2020) Uruguay, por último, es el país con mayor puntaje (49,7) y, al igual que Brasil, lleva dos meses de aumento consecutivo (+2,8 en abril y +1,6 en mayo).