En 2019 transformaron el antiguo Mercado de la Abundancia -en pleno corazón del barrio Centro de Montevideo- en un moderno espacio gastronómico con más de 20 locales en los que se podía disfrutar todo tipo de comida. Aquella remodelación dio paso al nacimiento del Mercado del Inmigrante, que durante estos años ha ido creciendo en distintos puntos del país, primero en Pocitos, luego en El Pinar y durante dos temporadas de verano en Atlántida.
“Y ahora vamos por más, pero desde otra perspectiva, desde el modelo de franquicia, lo que va a permitir que quienes quieran invertir en el sector gastronómico puedan hacerlo con una marca ya consolidada”, dijo Pablo Iglesias a InfoNegocios.
Según el director ejecutivo del Mercado del Inmigrante, el lanzamiento de esta propuesta será a partir del segundo semestre, pero adelantó que ya en el interior del país -más precisamente en el departamento de Cerro Largo, y concretamente en la ciudad de Melo- existen interesados en abrir uno de estos espacios gastronómicos que, además de esto, son lugares de encuentro y referencia para las personas.
“Después de cuatro años de estar en el mercado, decidimos armar un modelo de negocio vinculado a las franquicias, que supondrá una inversión entre US$ 20.000 a US$ 30.000 para poner en marcha nuevos Mercados del Inmigrante, en el interior o Montevideo, porque no es lo mismo Salto que Punta del Este, como no es lo mismo espacio de 500 m2 que uno de 2.000 m2”, sostuvo Iglesias.
En este sentido, el mínimo escenario para que un mercado gastronómico funcione bien es -dijo Iglesias- de 800 m2 con un mínimo de 12 locales y no más de 20.
“El modelo de negocio que armamos supone la recuperación de la inversión en un año o incluso menos, con una rentabilidad mínima anual entre el 8% y 12%”, señaló el director ejecutivo del Mercado del Inmigrante, agregando que se volcaron a esta propuesta debido a la enorme demanda que vienen teniendo de contar con mercados gourmet en el interior del país.