Se trata de un desarrollo mixto, sobre 51 hectáreas con 350 metros sobre el mar, integrado por 22 chacras para uso residencial, una posada de 14 habitaciones con amenities, restaurant, spa, centro de meditación y yoga, casa de playa, huerta orgánica y grandes espacios verdes. Las Cárcavas tiene la particularidad de poseer la única cancha de tenis de césped del Uruguay que les costó alrededor de US$ 12.000.
El proyecto es comercializado en exclusividad por Terramar Christie’s International Real Estate. El desarrollo insumirá unos US$ 20 millones que distribuirán en 20 meses de obras. Las unidades van desde US$ 400.000 a US$ 2 millones. Pero el desarrollo también tiene una faceta zen: en el complejo se ofrecerán clases personalizadas de yoga y un programa de Meditación Trascendental vinculado con la fundación del cineasta David Lynch (Fundación David Lynch para la Educación basada en la conciencia y la paz mundial).
Las Cárcavas, con su “Little Wimbledon” y toda la onda zen, quiere colonizar la costa este
Los proyectos inmobiliarios más “cool” se están moviendo cada vez más al este. Uno de los más nuevos es Las Cárcavas presentado en enero y ubicado a medio camino entre la Laguna Garzón y Las Garzas, a 50 minutos del Aeropuerto de Laguna del Sauce y a 20 de José Ignacio. Es un desarrollo inmobiliario de chacras de mar impulsado por Costa Partners, liderada por Eduardo Costantini (h), con un soporte multidisciplinario que va desde el arquitecto Isay Weinfeld (Fasano Las Piedras) al paisajista británico John Brookes y la firma internacional de consultoría ambiental Three Squares Inc. con base en Los Ángeles.
(Más sobre el proyecto, su cancha de tenis de césped y la onda zen en nota completa)