Hace un año, en mayo de 2020, en plena incertidumbre ocasionada por el coronavirus, Marcelo García y su esposa, Adriana Berberian, sentados frente a su estufa de alto rendimiento, tuvieron una idea: poner un negocio de venta de briquetas, esa leña ecológica que durante muchas horas mantenía su hogar caliente.
“De alguna manera Briquetas Carrasco surge por la propia necesidad de calefaccionar nuestra casa, que acá en Carrasco y cerca del mar, siempre están muy frías”, dijo García a InfoNegocios, agregando que luego de probar distintas variantes -leña tradicional, gas, calefacción eléctrica- encontró en las briquetas “lo más eficiente en tiempo y calor”.
Para quienes escuchan por primera vez el término, García explicó que “las briquetas son 100% ecológicas y naturales porque se hacen de residuos secos de madera, como el aserrín, las virutas o la corteza, todo proveniente de aserraderos o carpinterías”, remarcando que esto “evita la tala de árboles, por lo que contribuyendo al cuidado del medioambiente”.
Según García, cada vez son más las personas que, a través del boca en boca o por lo que ven en redes, se acercan a Briquetas Carrasco, llegando a comercializar en plena zafra invernal -la de 2020 hasta el momento- un promedio superior a 1.000 kilos semanales, “ya que tenemos dos tipos de briquetas, la bolsa de 10 kilos a $ 260 y la de 8 kilos que vale $ 200”.
Además de las briquetas, García también vende piñas ecológicas, “que son básicamente unas madejas pequeñas de viruta que se mantienen prendidas alrededor de 10 minutos, solucionando el tema del encendido del fuego, que siempre es un problema en cualquier tipo de estufa”.
Ahora bien, la pregunta del millón es saber si este tipo de calefacción rinde más que la leña tradicional, ya que en relación a su costo es más alto, dado que el kilo de astillas en una barraca montevideana ronda los $ 6. En este sentido, el propietario de Briquetas Carrasco dijo a InfoNegocios que “a priori puede tener un precio más alto, pero hablando estrictamente en rendimiento, la briqueta es superior y tiene muchas otras ventajas”.
“Por ejemplo -agregó García-, si bien son ideales para estufas de alto rendimiento, las briquetas también sirven para estufas a leña convencionales, calderas, cocinas de campo e incluso para la parrilla. Esa es una ventaja, su versatilidad. Pero más importante todavía es que no causan prácticamente nada de cenizas, no producen grandes humos, no traen insectos como la astilla normal”.
En cuanto a su eficiencia de calor y tiempo, García sostiene que las briquetas son superiores, “ya que al tener una combustión constante pero pausada, su poder calórico es increíble, alcanzando a durar, una bolsa de 8 kilos, entre 8 y 10 horas, mientras que la de 10 kilos supera las 12 horas”.
“Se han hecho distintas muestras -dijo el propietario de Briquetas Carrasco- que prueban que con dos kilos y medios de astillas se alcanza a tener un fuego potente y completo durante una hora y cuarto, mientras que con la misma cantidad de briquetas ese tiempo se duplica”.
El objetivo de García para 2021, luego de transitado el primer año de Briquetas Carrasco, es alcanzar en este frío invierno el doble de ventas de 2020. Sabe que la zafra es de apenas unos cuatro meses, luego se trata de prender la llama de la creatividad.