“El ICC continúa, por doceavo mes consecutivo, en el nivel de moderado pesimismo, aunque muy cercano al límite del moderado optimismo (a partir de 50 puntos). Respecto a febrero 2020, el índice es 1 punto menor; y, si se consideran los promedios acumulados (ene-20/feb-20) y ene21/feb-21), el índice es 2,1 puntos menor”, explican en el informe.
Por lo tanto, la confianza del consumidor es menor en 2021 respecto a la misma fecha del año anterior.
En cuanto a los subíndices, éstos se comportan de forma contraria al mes anterior. Los relativos a las situaciones económicas aumentan respecto a enero, mientras que la predisposición a la compra de bienes durables cae, aunque sin revertir el aumento registrado el mes anterior.
Esta reacción pudo deberse al entusiasmo relacionado con la llegada de la primera tanda de vacunas el 25 de febrero, el comienzo de la vacunación a partir del 1ro de marzo, y el inicio de las clases en todo el país.
La Situación Económica Personal, aumentó 2,4 puntos. Dentro de sus componentes (situación económica personal actual y a un año), la situación económica a un año aumentó (5,0) mientras que la situación actual se mantuvo prácticamente estable (-0,2), mostrando que la población continúa siendo más optimista con las expectativas a futuro. Esto puede estar relacionado, como se dijo anteriormente, al inicio del proceso de vacunación y a un posible retorno a la “normalidad” en los próximos meses.
La Situación Económica del País aumentó 3,6 puntos recuperándose de la caída registrada en enero. Al interior de este subíndice, los dos componentes que lo conforman (situación económica del país a un año y a tres años), mostraron ambos un aumento en las expectativas de 6,6 y 0,7 puntos respectivamente.
En el caso de la situación a un año, se registra el mayor puntaje desde la llegada del COVID-19 a Uruguay en marzo de 2020, reforzando la esperanza de recuperación económica del país por parte de la sociedad. “La situación a más largo plazo es más conservadora al ser, lógicamente, más incierta”, explican.
Por último, la predisposición a la compra de bienes durables descendió 1,3 puntos, moderando la suba de 7,5 puntos registrada el mes de enero. Dentro de los componentes que lo conforman, electrodomésticos, y automóviles y viviendas, el primero cayó 3,6 puntos, tal vez relacionado con el remplazo de compra de electrodomésticos por gastos asociados al regreso a clases u otros gastos destinados a comienzo del año, mientras que el segundo componente aumentó 1 punto, obteniendo el puntaje más alto desde marzo 2018.