Si hay un sector que durante la pandemia no paró fue el campo. El mundo necesita alimentos, y esto generó un crecimiento no solo para productores rurales sino industrias asociadas.
Es el caso de Mary, una empresa fabricante de implementos agrícolas de Santa Catalina que hoy exporta a cuatro países de América Latina.
Su catálogo abarca desde rastras, tanques, vagones y desmenuzadores de rollo hasta distribuidores de estiércol, cargadores y carros. El producto estrella son los mixers, con modelos tanto verticales como horizontales, que vienen con un cargador frontal incorporado y se adaptan a cualquier tractor.
Según Gustavo Aberastegui, uno de los directores de la empresa junto a su hermano, en los últimos dos años las ventas de Mary aumentaron en un 20% empujadas principalmente por el mercado interno, que permitió compensar la baja en la exportación.
Hoy los precios internacionales de la leche, la carne y los granos están generando mayor inversión en el campo, y abriendo la puerta a productos de manejo sencillo, mantenimiento mínimo y un servicio post-venta óptimo como los que promueve la empresa.
Pero en los países vecinos la venta de implementos agrícolas no creció como en Uruguay. Con la cuarentena obligatoria a muchos productores se les hizo más difícil acceder a cerditos bancarios para invertir en maquinaria, y esto generó que el porcentaje de las exportaciones en las ventas totales bajara de un 8% a un 4% en los últimos dos años.
Hoy Mary exporta su maquinaria a Paraguay, Argentina Ecuador y Panamá, y está esperando que pase la pandemia para concretar la llegada a Bolivia y Colombia
“Esperamos a la brevedad podamos retomar nuevamente con la gente que nos quería representar en estos otros países, sería espectacular poder concretar un negocio a futuro con ellos, que no sea a muy largo plazo”, asegura Aberastegui.
Entre los próximos planes de Mary están participar de la Expo Prado en Montevideo (por 25vo año consecutivo) y la Expo Salto. También asistirá a la exposición Agrotécnica en Alemania, en la que participa desde hace seis años, que le permitirá ver las últimas innovaciones en maquinaria y decidir qué productos incorporar el año que viene.
“Siempre apostamos a que en Mary no fuera solo local sino internacional, y este año nos demostró que no nos equivocamos. Tenemos el orgullo de pertenecer a un pueblito chiquito de Soriano como es Santa Catalina y desde aquí exportar herramientas uruguayas a gran parte del mundo”.
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