Este año entraste a Bigbox como Country Manager ¿Qué te llamó la atención de la propuesta?
Hubo dos cosas que fueron las que más me gustaron. El hecho de que era un cargo más estratégico y no enfocado solo en lo comercial, lo cual me permite tener una visión 360° de la empresa y es algo que yo venía buscando. Además me permite liderar un equipo grande de trabajo, que es algo que me gusta.
Por otra parte, es un producto súper innovador, moderno, que te permite ser creativo a full. Eso para mi también es muy importante porque me ayuda a potenciar esa parte de mi perfil.
También abrieron la primera oficina física en Uruguay ¿Cómo cambia esto la operación de la empresa?
Hasta mi ingreso estábamos en un cowork, donde la empresa estuvo varios años. Enseguida que entré me encomendaron la tarea de buscar una oficina propia. Desde mayo estamos en la zona de punta carretas y somos unas diez personas en oficina, más 12 personas que se encargan de los puntos de venta en Montevideo Shopping y Punta Carretas.
¿Qué objetivos y desafíos tenés para esta etapa? ¿Qué cosas querés lograr?
Bigbox, tanto a nivel local como regional, tiene tasas de crecimiento muy altas. Uruguay tiene una tasa de crecimiento promedio de 50% anual y para este 2023 se espera mantener. Es un objetivo desafiante pero confiamos en lo que estamos haciendo para lograrlo.
A nivel personal mi objetivo es, desde una visión estratégica, lograr ampliar el foco que tiene Bigbox en el segmento corporativo, no solo para que nos tengan presente como una empresa de regalos sino como una empresa de soluciones. Tenemos varios desarrollos propios de tecnología y demás que pueden ser utilizados para un montón de fines que en el mercado aún no son tan conocidos; me interesa darlos a conocer. Creo que esto va a retroalimentar los demás objetivos.
¿Cómo se dividen sus clientes? ¿Tienen más clientes corporativos o consumidor final?
Históricamente, Bigbox se hizo muy fuerte en el segmento corporativo para que más gente conozca el producto y luego se conviertan en regaladores B2C. Después, paulatinamente, esa proporción se fue emparejando hasta que los consumidores finales llegaron a superar B2B. En Uruguay ya estamos cerca de un 60% de consumidores finales y 40% corporativo, lo que es un dato muy saludable para nosotros, porque quiere decir que la empresa crece de forma orgánica.
Tu opinión enriquece este artículo: