Si bien en 2021 el consumo de carne por habitante en Uruguay creció respecto a 2020, sus números están todavía lejos de las mejores cifras alcanzadas en los últimos cinco años, cuando se alcanzó en 2017 un total de 93,8 kg per cápita. Oferta, demanda, variaciones en los precios y muchos otros factores determinan estos cambios en los números, pero no así en el comportamiento o hábito del consumidor uruguayo, que si ve carne en un plato dice “quiero”.
El punto es que el Instituto Nacional de Carnes (INAC) publicó su informe anual Consumo de carnes en Uruguay 2021, cuyos resultados muestran que los uruguayos seguimos siendo grandes consumidores de carne bovina en primer lugar, para luego darle lugar a otro tipo de proteínas cárnicas, como la aviar y la porcina.
En concreto, según los datos de INAC, en 2021 se consumieron en promedio 91,2 kg de carne por habitante, significando respecto a 2020 un aumentó de 3,9 kg per cápita. En este total, el consumo de carne bovina alcanzó los 46 kg por habitante, comenzando así un proceso de recuperación respecto a los años anteriores, pero todavía muy lejos del pico que alcanzó en 2017, cuando totalizó 54,6 kg per cápita.
Por su parte, la carne aviar -históricamente la segunda carne más consumida en Uruguay- mantuvo en estos dos últimos años una trayectoria ascendente, con un crecimiento más pronunciado en 2021, llegando a 23,7 kg por uruguayo, lo que significa 2,9 kg más que en 2020.
“Luego de registrarse en el año 2020 una caída en el consumo de carne porcina -dice el informe de INAC-, en el año 2021 se observa un ascenso de 1 kg por habitante”. Esto representa que en 2021 la carne porcina -cuyo 78% fue de origen importado- alcanzó un total de 19,3 kg por habitante.
Finalmente, la carne ovina continúa -según INAC- con su tendencia al descenso en su consumo, totalizando 2,2 Kg per cápita.
En lo que se refiere al destino de la carne, el informe anual Consumo de carnes en Uruguay 2021 de INAC señala que el 82% es para el abasto -venta en supermercados y carnicerías-, mientras el 18% restante termina en la industria.
Por último, en materia de precios al público, las variaciones acumuladas a diciembre 2021 en términos nominales mostraron una tendencia al alza para todas las carnes. Ahora bien, el análisis de precios en términos reales mostró tendencias distintas: los precios de las carnes bovina y ovina mostraron tendencia alcista debido a que aumentaron por encima del IPC, en tanto los aumentos de precios de las carnes aviar y porcina fueron inferiores al IPC, produciendo una caída en términos reales.
Tu opinión enriquece este artículo: