Un emprendedor uruguayo creó el primer espacio de entretenimiento totalmente autónomo de la región (para jugar al ping pong las 24 hs)

(Por Mathías Buela) A tres meses de la apertura los ususarios se cuentan por cientos y ya piensan en escalar el negocio a nivel local y regional.

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En pleno Montevideo, Playpong pateó el tablero del esparcimiento en la región al convertirse en el primer espacio de entretenimiento que opera de forma completamente autónoma, sin personal. Fundado por Gastón Rodríguez, un joven emprendedor de 26 años, este proyecto combina tecnología y diversión en un modelo que tiene potencial para expandirse a nivel regional.

Inspirado por una idea similar que Rodríguez observó durante un viaje a Nueva York, Playpong abrió sus puertas hace tres meses en la esquina de Rivera y Lepanto, a una cuadra de Soca. Desde entonces, capturó la atención de más de 1.700 usuarios activos y superó expectativas con más de 25.000 minutos de juego registrados.

El concepto detrás de Playpong es sencillo pero innovador: los usuarios reservan el espacio a través de una aplicación móvil, abriendo la puerta del local con su teléfono y disfrutando del espacio en total privacidad, sin necesidad de personal físico. Este enfoque fue clave para que el local esté disponible las 24 horas del día y ofrezca una experiencia segura y controlada.

Según Rodríguez, Playpong ha atraído especialmente a jóvenes que buscan un lugar donde jugar ping-pong a cualquier hora del día o la noche (incluso a las 3 de la mañana). Además, destaca que el espacio también está pensado para eventos privados, como campeonatos o reuniones empresariales. "Este modelo de negocio no solo es innovador, sino también escalable. Nos permite pensar en expandirnos por Uruguay y otros países, ofreciendo franquicias y replicando el concepto en diferentes ciudades", explicó el fundador.

Con una inversión inicial de entre 10.000 y 12.000 dólares, Playpong parece ser rentable desde su primer mes de operaciones. Rodríguez ya está en conversaciones para recibir apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANI) para abrir nuevos locales y consolidar la marca.

Además de las reservas de mesas, Playpong genera ingresos a través de la venta de snacks y bebidas, suscripciones y la organización de campeonatos y eventos. En el futuro, su fundador planea introducir clases de tenis de mesa con entrenadores y aumentar la oferta de actividades.

El emprendimiento ya despertó el interés de inversores, incluso desde países como Chile. La clave de su éxito, según Gastón, está en el comportamiento responsable de los usuarios y en el modelo tecnológico que garantiza la seguridad del espacio. “El comportamiento hasta ahora viene siendo ejemplar. Además, a diferencia de otros modelos autónomos, para entrar tenés que pagar e introducir los datos de tu tarjeta, eso da una mayor seguridad”, cerró.

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