Hace más de 20 años atrás, Marcel Burgos era vendedor de calzados en un local de shopping. Un día decidió hacer su propio camino y salió a vender puerta por puerta. Le fue bien, creció y abrió su primer negocio en el año 2000, en la feria de Tristán Narvaja. Allí se inició la marca Marcel Calzados y desde ese entonces su nombre es un sinónimo de referencia en la industria del calzado.
Para conocer cómo está atravesando, tanto su firma como el resto del sector, la crisis económica y comercial que ha traído el coronavirus, InfoNegocios habló con Burgos de las oportunidades que, en este escenario, puede haber para la industria nacional, ya que según el empresario “no se trata de diseñar estrategias de ventas, sino procesos de compra”.
¿En qué situación está la empresa luego del fuerte estancamiento comercial que trajo el coronavirus?
En una situación, desde el día 18 de marzo, de caja cero pesos. Apenas unos días después de la confirmación de los primeros casos de coronavirus en el país ya tuvimos que cerrar los 21 locales y enviar todos los recursos humanos a seguro de desempleo. Quizá vamos unas horas a un negocio para realizar algún vivo por Instagram o acordamos con clientes la entrega de algunos productos, pero nada más. La idea es cuidarnos entre todos y salir adelante fortalecidos. Hay que pensar en el escenario actual como un camino transitorio, no como uno final.
Pero ustedes ya tenían como canal de venta la comercialización online, ¿allí no hay oportunidades?
Sí, claro. Las redes y la web es en lo que estamos centralizados hoy. En este sentido, diseñamos dos estrategias de e-commerce: por un lado está el formato que ya teníamos, con entrega inmediata en el domicilio, en todo el país, y por otro, lo que estamos diciéndole a los clientes es que, como la sugerencia es la de no salir de casa, los zapatos que compre tampoco los necesita ahora, pero que una vez que termine esta cuarentena voluntaria los tendrá para usar.
Es una venta diferida que, de algún modo, muestra la fidelidad que pueden tener los clientes…
Sí, pero también es la mejor medida para sumar, en todos los sentidos, en esta situación que nadie esperaba. Nosotros inmediatamente nos pusimos a ver qué estaba sucediendo en los países con cuarentena obligatoria, cómo estaban desarrollando sus ventas, y este modelo diferido está en primera línea. En nuestro caso, al descuento del 25% que ya tiene la compra online, le adicionamos un 20% si la compra es ahora y la entrega después de que termine el distanciamiento social.
¿Qué porcentaje de la facturación alcanza esa venta online?
El 10%. Es una cifra estable. Lo que se modificó es que los compradores habituales de la web están poniendo el foco de su presupuesto en otras áreas, como alimentación e higiene, y quienes eran compradores de local están incursionado en la compra online para hacerse de los beneficios y esperar que esto pase.
¿Imagina alguna fecha posible?
Creo que todo lo que viene haciendo el gobierno está bien, y creo que el mensaje que viene dándose de forma paulatina también, porque no genera más incertidumbre de la que ya hay. Ahora, la realidad es que, para mí, esto se extiende hasta junio. El punto ahora es analizar cómo minimizar el presupuesto operativo de la empresa. Esto para Marcel Calzados como para todo el sector y todas las industrias. Lo más difícil está en el pool presupuestas de costos fijos, como el alquiler de los locales, los servicios de agua, luz, etcétera.
Pero en el caso de los recursos humanos también es difícil minimizar, ¿no? En algunos casos plantea salidas muy delicadas…
Pero existen herramientas que ya están muy bien diseñadas, como el Banco de Previsión Social y los seguros de paro. Lo que sí tenemos que sentarnos a dialogar con el gobierno, a través de Zoom claro, es un subsidio de desempleo especial. Esto es para todo el sector, claro está.
¿A qué se refiere concretamente?
En la industria del calzado, el seguro de desempleo es usual que se utilice en los meses de baja producción, como por ejemplo enero y febrero, así como también parte de junio y julio. La mayor actividad de producción y fabricación está en marzo, abril y mayo, previo al Día de la Madre en el que la demanda de calzado hace crecer todas las ventas.
Entonces el seguro de los meses de verano ya fue tomado y no puede repetirse, ¿es eso?
Exacto, entonces tenemos que ver qué camino tomar. Pero insisto en que desde el sector empresarial debemos dar un mensaje de optimismo. Esto, como dije antes, es transitorio, no es el final.
Tu opinión enriquece este artículo: