Si bien aún se cumplió un mes desde su apertura en Punta del Este, los primeros números son alentadores. La intención es llegar a los récords del bar original, que solamente en los últimos dos meses vendió nada más y nada menos que 10.000 chivitos.
El clásico montevideano, cuyo plato estrella es el chivito, tiene colmadas sus instalaciones al mediodía y en la noche, según el encargado e hijo de uno de los fundadores, José Luis Mallón: “Los que nos conocen de Carrasco nos dicen que salen iguales y eso es el mejor cumplido. El local mantiene nuestro estilo clásico de bar antiguo con un toque contemporáneo, mesas de cármica y sillas con tapizado, botellero de madera en escalera y, muy importante, la cocina a la vista. No ocultamos ningún secreto a la hora de cocinar nuestro chivito. Buenos equipos de aire acondicionado para mantener el local fresco y una explanada para las noches cálidas”, cuenta.
“Es nuestra primera sucursal y estamos contentos. El Bar Arocena sigue siendo un negocio familiar con todo el esfuerzo que eso implica. La apuesta es estar abiertos todo el año y lograr ser la referencia de un buen chivito en Maldonado, tanto como lo somos en Montevideo”, comenta José Luis, destacando que el horario actual es de 9 de la mañana a 5 de la mañana, y que si bien algunos colaboradores han venido desde la capital, apuestan a tener personal fernandino.
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