El 40% de la música que se consume legalmente es nacional

Lejos de lo que pareciera, la industria uruguaya del disco “vive y lucha”. Vive, porque ha sostenido un crecimiento en los últimos años, ubicándose el mercado total a pocas unidades de las 600.000, pero de todas formas lejos del millón de unidades vendidas en 1998. Y decimos que “lucha” porque sigue peleando contra la piratería, su principal enemigo, que viene haciendo estragos a nivel mundial. Según datos que nos proporcionó la gente de la Cámara Uruguaya del Disco, que reúne a los principales sellos discográficos locales e internacionales, en todo el 2008 se vendieron 560.648 unidades entre soportes de CD, DVD, VHS y algún cassette. Y el panorama para el 2009 es alentador, teniendo en cuenta que cerrados los seis primeros meses del año, las cifras indican que se comercializaron 258.061, un 6% más que en el mismo semestre del 2008, época en que ni se hablaba de crisis. Entre enero y junio se vendieron un total de 76 cassettes; 235.609 CD, cifra que representa un 3,48% de incremento respecto al primer semestre del 2008; sólo 3 VHS, soporte que sobrelleva una caída de casi el 100%, y 22.373 DVD, que fue el soporte que más creció (46,83%) en preferencias. En este contexto, la música uruguaya vende 4 de cada 10 discos que se comercializan legalmente en el país, proporción que viene creciendo sostenidamente desde el 2001, salvo un pequeño traspié en el 2008.

Desde la plancha de un garaje en Tacuarembó (a competir con hamburgueserías en MVD)

La historia de Big Bubba, una hamburguesería nacida en un garaje de Tacuarembó y que ahora cuenta con dos locales y va por más, es la de un sueño que se construye con pasión, visión y resiliencia. Steban Rodríguez, un joven de menos de 30 años, vio en la crisis de 2020 una oportunidad para salir adelante y hoy eso se traduce en ventas que superan, por mes, los 500 kilos de carne, las 5.000 fetas de cheddar y los 300 kilos de papas fritas.

De Palermo al Prado con P de Pedro (la clásica cocina abre nuevo local)

Algunos definen el lugar como un clásico bodegón, otros como un restaurante de platos muy elaborados pero que tienen ese gusto a lo casero. Desde hace 14 años La Cocina de Pedro es, en definitiva, un espacio tradicional de encuentro que, ahora, tendrá un nuevo punto en la ciudad para comer rico entre amigos y familia. Con una inversión por encima de los US$ 450.000 La Cocina de Pedro llega al Prado.