Dos amigos, dos surfistas, dos objetivos en un proyecto en común: Ecosurf. Los dos responsables de esta idea se llaman Fabián, uno Naya y el otro Andino. Sin los recursos suficientes, pero sí con mucho ingenio y creatividad, ambos consiguieron -luego de dos años de intentos más o menos fallidos- que un buen número de botellas de plástico recicladas se convirtiera en una tabla de surf.
Ahora, con cuatro tablas construidas -que muchos interesados han querido comprárselas-, Naya y Andino hicieron la presentación oficial de Ecosurf en el departamento de Maldonado, más precisamente en La Capuera, en las aguas de Laguna del Sauce.
“Estas tablas para practicar surf y paddle surf no son, a decir verdad, un invento nuestro”, dijo Fabián Naya a InfoNegocios, agregando que “la idea de hacer una tabla para que flote en el agua, con los elementos más comunes y que tenemos a mano, existe desde que el hombre es hombre. Nuestro aporte, en realidad, es una larga investigación, con muchas pruebas, de distintas técnicas, formatos, materiales y elementos reciclables que sirvieran para crear una tabla que flotara”.
Si bien ya existen varias empresas interesadas para sumar su granito de arena al proyecto, Naya prefirió no adelantar nada hasta que se concrete, sobre todo por el espíritu que tiene el proyecto, cuya base está en el cuidado del medioambiente y el estímulo a la práctica deportiva.
“Nuestro objetivo -sostuvo Naya- es, por un lado, conseguir que cada vez más personas tomen conciencia de que debemos retirar el plástico de las playas (se calcula que el 75% de los residuos que se recogen de la costa es plástico), mientras que por otro lo que queremos, como apasionados del surf y paddle surf, es que cada vez más gente lo pueda practicar, sin la limitante de no contar con una tabla y un remo, cuyos precios no son accesibles para todos”.
Según el creador de Ecosurf, para fabricar una tabla de botellas recicladas para un niño se necesitan “entre 50 y 60 botellas, mientras si es para un adulto, de más de 70 kilos, estamos hablando de 90 a 100 botellas”.
Esto, traducido en números y sumando los otros materiales que se requieren, como pegamento y pvc, Naya dice que “no llega a $ 2.000 o $ 2.500, cuando una tabla comprada, la más estándar, está por encima de US$ 1.000”.
Con la presentación de Ecosurf en Laguna del Sauce -la próxima será en Montevideo, en Playa Pocitos, luego de la semana de Carnaval-, Naya y Andino consiguieron darle visibilidad al proyecto, contando no solo cómo cada persona, familia o grupos de amigos pueden fabricarse su propia tabla de surf de botellas de plástico, sino también cómo utilizarlas correctamente, impartiendo talleres gratuitos de paddle surf.
Sin duda Ecosurf es una buena alternativa para aquellas empresas y organizaciones que buscan un buen fin en el uso de las botellas de plástico, un fin que se traduce en un deporte acuático sustentable y al alcance de todos.
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