Realizando un paralelismo, el gobierno de China ha invertido un estimado de US$ 360.000 millones en su sistema entero de ferrocarriles de alta velocidad, que abarca 22.000 kilómetros.
En el caso de California, los rieles se extenderían por 840 kilómetros. El tren bala tiene planeado conectar San Francisco, en el norte, con Los Ángeles, en el sur, y con ello cambiar drásticamente la movilidad de su población.
Las labores de construcción ya comenzaron en más de una decena de lugares del centro del estado y la intención es que el tren esté completamente operativo para el año 2033.
El proyecto, sin embargo, se ha encontrado con una gran controversia de legisladores a nivel estatal y federal, la desconfianza del sector privado y un aumento de presupuesto.
Por su parte, los legisladores del Partido Republicano que tienen la mayoría en el Congreso, han rehusado otorgar dinero adicional además de los US$ 3.000 millones que el órgano concedió durante el gobierno del expresidente Barack Obama.
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