Para este estudio, los investigadores definieron como "alimentación poco saludable" a casos en los que los participantes del estudio sintieron que: habían comido demasiada comida rápida; cuando los participantes sintieron que habían comido o bebido en exceso; o cuando los participantes informan haber tomado demasiados snacks nocturnos.
Los investigadores encontraron que, cuando las personas participaban en conductas “alimentarias poco saludables”, era más probable que a la mañana siguiente reportaran dolores de cabeza, dolores de estómago y diarrea, a su vez informaban sentirse culpables o avergonzados por sus elecciones con respecto a lo que comieron. Todas esas tensiones físicas y emocionales asociadas con una alimentación poco saludable se vieron relacionados con cambios en la forma en que las personas se comportaban en el trabajo a lo largo del día siguiente.
Cuando las personas informaron tensiones físicas o emocionales asociadas con una alimentación poco saludable, también fue más probable que informaran disminuciones en la "conducta de ayuda" y aumentos en la "conducta de abstinencia". Ayudar al comportamiento en el trabajo se refiere a ayudar a los colegas y hacer un esfuerzo adicional cuando no es necesario, como ayudar a un compañero de trabajo con una tarea que no es su responsabilidad. El comportamiento de abstinencia se refiere a evitar situaciones relacionadas con el trabajo, aunque esté en su lugar de trabajo.
Los investigadores también encontraron que las personas que eran “emocionalmente estables", es decir, las personas que son más capaces de lidiar con el estrés, sufrieron menos efectos adversos por una alimentación poco saludable. Éstas personas, no solo eran menos propensas a tener tensiones físicas o emocionales, sino que también era menos probable que cambiaran sus comportamientos en sus trabajos, incluso cuando informaban sobre tensiones físicas o emocionales.
"La gran conclusión aquí es que ahora sabemos que una alimentación poco saludable puede tener efectos casi inmediatos en el desempeño en el lugar de trabajo", dice Cho (autor de este estudio y profesor asistente de psicología en la Universidad Estatal de Carolina del Norte). "Sin embargo, también podemos decir que no existe una dieta “saludable” única, y una alimentación saludable no se trata solo de contenido nutricional. Puede estar influenciada por las necesidades dietéticas de un individuo, o incluso por cuándo y cómo está comiendo.
"Las empresas pueden ayudar a abordar la alimentación saludable prestando más atención a las necesidades y preferencias dietéticas de sus empleados y ayudando a abordar esas necesidades. Esto puede afectar tanto la salud física como mental de sus empleados. - y, a consecuencia, su desempeño en el trabajo ".
Fuente bibliográficas:
https://www.sciencedaily.com/releases/2021/04/210407135755.htm
Seonghee Cho, Sooyeol Kim. Does a healthy lifestyle matter A daily diary study of unhealthy eating at home and behavioral outcomes at work.. Journal of Applied Psychology, 2021; DOI: 10.1037/apl0000890
Lic. en Nutrición & Health Coach Tatiana Sztryk
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E-mail – tati@nutrifoodielab.com
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