El retiro de esta fusión, que sin duda traía aparejado grandes beneficios financieros, logísticos y estratégicos, se reflejó rápidamente en las bolsas, con una baja de las acciones de ambos grupos.
Sin duda, otro factor que complicó dicha fusión fue el cómo se le habría anunciado a Nissan, una pata que ya es parte de Renault. Se informa que no fue fácil negociar y encontrar el punto de encuentro entre una empresa francesa, otra italiana y la japonesa.
Por otro lado, se le otorga responsabilidad a la “burocracia” del gobierno francés que enlenteció el accionar de las piezas privadas.
Esto no significa que esta historia no vaya a tener otro capítulo...
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