Mientras tanto, el segundo componente del costo total en magnitud son los costos como consecuencia del crimen con US$ 319 millones o 0,81 por ciento del PIB que incluyen los costos de la propiedad robada, de oportunidad del tiempo en prisión, de los homicidios, e iintangibles de víctimas de otros crímenes. El tercer componente son los costos en respuesta al crimen con US$ 145 millones equivalentes a 0,37 por ciento del PIB que agrupan al gasto público en justicia, reclusión y rehabilitación, y al gasto privado en ayuda legal penal. Por último, el documento destaca que algunos aspectos analizados muestran ciertas limitaciones de los resultados que tienden a la subestimación de los costos, por lo cual el costo total de 3,1 por ciento del PIB debe ser considerado como un mínimo.
El estudio fue uno de los ocho seleccionados por el BID y fueron presentados ayer en Washington, en un seminario sobre el tema.
"El crimen paga". Por año hay US$ 1.200 millones vinculados a delitos (más de la mitad se va en prevención)
La consultora Cinve le puso un número al crimen en Uruguay. La cifra, que ronda los US$ 1.200, es equivalente a un mes de exportaciones totales y un poco menos de lo que recauda el país en materia de turismo. El costo, basado en datos de 2010, suma consecuencias de crímenes contra la propiedad y las personas. Y como “mal de mucho consuelo de tontos”, la buena noticia es que la tasa de criminalidad es más baja que en otros países de América Latina. El principal componente del costo total son los asociados a la anticipación al crimen que sumaron US$ 738 millones equivalentes a 1,90 por ciento del PIB e incluyen el gasto público y el gasto privado en seguridad, y los costos administrativos de las empresas de seguros.
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